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SIMBIOSIS SERAFICA: DONOSTIA-RIEZU Finalmente, como colofón del esfuerzo individual y colee! vo que realizó este sencillo religioso en su vida, presento en el apéndice diversas aportaciones propias o de su simbióti– co Padre Donostia, ultimadas y perfiladas por el Padre Riezu; las publicó en alguna de las revistas de alta cultura, principalmente en las del grupo Prínci:Je de Viana de Pamplona. Homenajes al Padre Jorge de Riezu No todo iba aser contribuir a homenajear a los demás; también el Padre Riezu fue grata– mente reconocido por la sociedad vasconavarra en diferentes ocasiones; el día 23 de diciem– bre de 1977 se le nombra miembro de honor de la Real Academia de la Lengua Vasca (Euskaltzandia); el día 3 de junio de 1980 ingresa como miemb-o de la Real Sociedad Bas– congada de los Amigos del País; su antiguo discípulo Don Juan Ramón Urquijo fue el encar– gado de la investidura oficial, celebrada con motivo de la presentación de la obra Cartas al Padre Donostia (n.º 27 del catálogo presentado al final de estas páginas). Por fin, el día 24 de febrero de 1985 se le concedió el Premio Manuel Lecuona por su entrega a la investiga– ción y divulgación de la inmensa riqueza de nuestra cultura, antropológica, musical y literaria. A este acto, celebrado en el Colegio de Lecároz (la Casona del Buen Retiro), acudieron el Presidente del Gobierno de Navarra, Den Gabriel Urralburu, que le dirigió un saludo lleno de insinuaciones muy positivas, y Don Román Felones, Consejero entonces de Educación y Cultura de este mismo Gobierno de Navarra; completaron el homenaje civersos números musicales, orquestales y literarios. ¡Alguna vez tenían que acordarse de la persona del Padre Jorge de Riezu, Casto lnza Arbeo! ¿Trabajó solo? Puedo asegurar que no, pero, como se decía del Papa Pío XII, "consultaba con muchos, hablaba con pocos y decidía solo". Así es cómo pudo ultimar cuanto realizó. No obstante, en ocasiones las dificultades eran tan grandes, sobre todo las enanadas del cancionero que el Padre Donostia dejó sin terminar y que todavía no se ha presentado al público, que, des– pués de mucho cavilar, dio paso a ideas de otros, porque en realidad se trataba o se trata de dar al público cuanto recogió "a vuela pluma" el Padre Donostia, por pueblos y caseríos olvidados de la civilización (o mejor, siguiendo insinuaciones de un docto alemán, "no conta– minados con culturas extrañas a las ancestrales"), lo mismo en letra que en música, con lo que eso lleva de peligrosidad en la interpretación posterior, con letras sin sentido gramatical, frases incompletas o párrafos musicales no elaborados posteriormente. Es obligado hablar aquí del Padre Policarpo de lráizoz, que, con sus conocimientos lingüíticos tan profundos, en especial del dialecto del euskara baztanés y de la zona vascofrancesa, pudo inmterpretar correctamente e intuir en ocasiones, el sentido de tantas frases captadas a oído por el Padre Donostia. Me espera un viaje muy largo... Al anochecer del día 5 de septiembre de 1987, una caída for,uita hizo que se le internase urgentemente en la clínica Ubarmin de Elcano (cerca de Pamplona): rotura de cadera. Opera– ción subsiguiente, reposo y recuperación en el "gimnasio" de la clínica; demasiada carga de vida llevaba sobre sus espaldas el Padre Riezu para semejantes trotes; al resultar nulo el pro– greso e incluso empeorar en su salud general, volvió aLecároz, ¡:;ara ser trasladado finalmen– te a la Residencia Padre Adoáin, preparada por los Capuchinos para proporcionar una digna atención a los religiosos desvalidos, enfermos y ancianos, incluidos los misioneros; era el día 29 de noviembre de 1988. 319

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