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290 EULOGIO ZUDA"IRE, O. F. M, CAP, - de obstar el piadoso pretexto de las armas castellanas que no a de ser bastante lo infeliz de un casso a borrar y deslucir lo cuidadoso de tantos vivos exemplares como oy en sus no ofendidas poblaciones se conseruan. Y qué mayor argumento de la piedad con que se avienen nuestras armas que avi-endo hallado el Marqs. de los V-elez muertos los solda– dos que dejó en Villafranca enfermos (3) (esto sí que es matar a san– gre fría) no consentir que_ el piadoso enojo de su exercito. se satisfa– ciese en ninguno de los muchos foragidos que halló en la Villa escon• didos y con armas ?y qué maior desengaño de quan falso es este pre– supuesto que no haberse oido en quantos quartel€s oy e·stá de. paz su exercito alojado una sola qu€ja que acompañe las muchas que· aí en los franceses· se publiquen (publican) .empezando .a portarse con Cata– luña con la livertad que an acostumbrado a quantas Provincias los an admitido. Lérida lo diga, profundos(= profanados) los claustros de sus religiossas, pero esto no es de mi propósito que yo no voi a probar lo que <ellos hacen sino lo que nosotros no hemos hecho; y pues la expe~kn– cia (como dixe) es el mejor testigo de que nunca a sido nuestro inten– to quemar, forzar, ni hacer esclavos, sino reducir a su primera legiti– ma obediencla los rebeldes; lo cit:rto es que queda a tu tercer presu– puesto respondido, ·y aun el quarto también porque siendo que e◄ ,n aquellas caussas podias tomar las ar:m,as y ponerte en livertad o entre– garte a señor extraño, cessando las causas es preciso que cesen los efectos.= Pero porque• no parezca que en nada hablo á caso, quiero responder a este capítulo con maiores fundamentos; en tres cassos puede una Re– pública tomar armas, ponerse .en livertad, o entregarse a señor extraño que son, o por la conservación de la fee, o por la libertad de la Pa– tria, / fol. 126=p. 7 / o por la natural defensa de la vida, ninguno destos tres milita en tu levantamiento. por la fee bi~n se reconoce que quien biene a poseerle no es Príncipe Docmatista (= hereje) ni pagano, sino tu Xpristiano y legítimo señor cuio siempre religioso celo, es la más ceonstante columna de la Iglesia, y quando fuera posible que tubieras una imaginación, una vislumbre o sombra de ra(;on en dezir que es el pretexto. tuyo desagraviar al santissimo perdiera lo restante de dos mundos y se pusiera de tu parte contra sus mismos hijos la devoción· - que entre tantos heredados blasones es el maior patrimonio de la ca– sa de Austria; por la livertad de la Patria tampoco, pues no viene a (3) Asesinato, perpetrado. por los catalanes, de los enfermos ,y heridos hospi– taliza.dos en Villa.franca. del Pana.dés, ap. M. 11. Ii1., XXII, p. 20, n. 1.

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