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UN ESCRITO ANÓNIMO DE CALDERóN DE LA BARCA 287 tus injurias, ni tampoco que viendolas tú tratases de vengarlas; solo maranillo que sin (fol. 124/p, 3) dar lugar a la justicia para que cas– tigase de una y otra parte los culpados creciese tanto de la tuya el odio y el rencor, que llegases a imposibilitarte de remedio y aún de casti– go, luego estas muertes, robos y vialencias igualmente de ambas par– tes ocassionadas no nacieron de querer su Magd. romper tus fueros,. sino que [de] querer tu honestar tu maior homicidio con el fácil color de que te los quebrantaua con que queda el primer presupuesto respondido = Dices en el segundo que está el castellano exercito iudiciado en cri– men de heregia por auer puesto fuego a un Templo y quemado en él el Santissimo. Proposición que aun siendo como es falsa, estremece el oirla, y el maior agravio que yo puedo hacer a mi nación es responder a ello: porque parece que quien se preuiene de la satisfacion tacita– mente se hace dueño de la culpa, pero por obuiar tus calumnias me ex– pondre a este riesgo; no ay delito donde la intención no obre prime– ro que la execucion, porque entonces se comete, quando se intenta; luego si la mtención hubiese sido quemar una cassa y no un Templo, aunque por la comunicacion del fuego, el Templo se abrasase aquel no seria incendiario de un Templo sino de una cassa. esta es razon que ab– suelve al agresor. pongo que positibamente quemase el templo por ro– barle (que es lo más a que puede estenderse su malicia, mira quanto quiero encarecerte los limites de su culpa) aun entonces no será here– ge, sino ladrón sacrilego; porque herege es aquel que en odio y abo– rrecimiento de la fe desprecia las Imagenes y abrasa las reliquias; lue– go no constando {como no consta) ser el odio y aborrecimiento de la fee, aunque se conozca el sacrilegio no se conuence la herida (herejía?) y mientras ella no constare, siempre se debe creer el menor daño; y .agradeceme que no me quiero valer de muchas opiniones que aseguran que fueron los mismos naturales tuios los que le cometieron por hazer mayor la disculpa de sus rencores; pues cuando quisiera ponerme de parte desta opinión no me faltaran razones en que fundarla: ya me pareze que te veo desseosa de oir alguna y que acussas mi omission di– ciendo que el callarla es no tenerla, pues porque no quedes escrupulosa de la in~nuidad ,con que te hablo, oie y veras quanto se pone de tu parte la sospecha. Assí sientas que los Castellanos son hereges, siendo notorio quanto esta la fee en sus Prouincias establecida; y valerte de los franceses estando aueriguado quanto esta en las suias alterada: apenas entre nosotros se reconoze una pequeña (vislumbres se apagan) pero los de– ,clarados incendios se permiten. (124 v./p. 4) regimientos enteros, vimos (en) Fuente Rabia y oy en ¡