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UN ESCRITO ANÓNIMO DE CAWERóN DE LA BARCA 285 CONCLUSION DEFENDIDA POR UN SOLDADO DEL CAMPO DE TARRAGONA DEL CIEGO FUROR DE CATALU:&A Ninguno de "los pretextoB que opone e,ste Principado h0fl'68ta su ho8ti– lidad ni disC'Ulpa w atrevimiento contra la Justificación de las armas de su Mage,stad CattoZica. AL PRINCIPADO DE CATALUÑA. Eii quatro puntos fundaron (o asta aqui siempre leal, Ilustre Cata– luña) los primeros perturbadores de tus antiguas lealtades, el derecho de las armas, que oy con escandalo del Mundo y contra tu natural Principe y señor militan. desseo persuadirte con: tan euidentes ra~– nes que afianzando mi verdad, y la terquedad de tus demasias ni al docto dexen que responder, ni al ignorante que dudar, para cuio cre– dit.o baste asigurarte que no soi Ministro politico fundado en propios intereses, sino un particular soldado que mouido del .natural afecto es– pañol te advierte. oieme, pues, y lo que te dixere, consultalo contigo y veras que sola una verdad desnuda puede debelar un Reyno arma– do; y permitasele a un soldado que te escriue desde la campaña, más atento a la obediencia militar, que a los libros que olvidé, apoios {1) de que tú siniestramente llenas los tuios, pues quando la razón convenge es ociosa qualquiera otra autoridad. El primer presupuesto de tus alteraciones fué asentar los interesa– dos en ellas; que su Magd. (Dios le gde.) trataua de romper tus fue– ros, pues ya contraviniendo a ellos alojaua en tu Principado sw.:¡ sol– dados. Fue el s,egundo persuadirte a que auiendo puesto fuego a un Tem– plo su exercito quedaua sospechoso en la fee y excomulgado, y que con el pretexto de desagraviar sus sagradás reliquias; y era no solo justa pero santa y catholica la guerra. El tercero atemorizarte con que sus exercitos entrauan robando las haziendas, quemando los lugares, matando los veginos, forzando las mu– geres y despedazando las criaturas. El quarto y ultimo asegurarte que con estas caussas podías tomar las armas y aun entregarte a Señor estraño. (1) Alude al folleto Apoyos· de Za verdad catalana impugnada por un papei que comien;¡¡a "La Justificación Real", publicada por vez primera /en Barcelona/ el año 1640 y en Lisboa, 1640; en Rµan se publicó, bilingüe, el año 1642.