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UN ESCRITO ANÓNIMO DE CALDERóN DE LA BARCA 275 empaque, llega a falsificar genialmente en sus dramas trágicos la reacción normal del marido que, por el simple imperativo del honor, más que por auténticos celos, sacrifica a su mujer; po~ esta misma razón, aquel ingenio, el más vigoroso de toda nuestra historia literaria en la concepción dramática, reproduce, con ma– chacona monotonía, las mismas escenas e idénticos personajes en sus comedias de capa y espada: el galán enamorado que, vuelto de Flandes o de Italia, despacha a cuchilladas a su rival y a los guardadores o tutores de su dama, la cual huye embozada a un convento, cuando no a casa del propio galán, que, dicho sea, nun– ca atentará contra su pudor, so pena de perder la aureola de ga– lán enamorado. La intangibilidad del honor, la fe religiosa y el acatamiento incondicional al Rey, fueron los tres ideales que ca– racterizaron el pensamiento de la España barroca, tan pasional en medio de sus convencionalismos: y esos tres ideales quedaron incorporados al teatro, como tres monolitos berroqueños, por el poeta símbolo de la raza. Por esa su significación, el siglo xvm, tan antiespañol en su cultura, le hizo blanco de sus iras. El Ro– manticismo volvió por sus fueros. Felipe IV le concedió, por Real Cédula de 1636, el hábito de Santiago, según unos por sus gestas en Flandes y Lombardía y según otros por su voluntad de complacer a los Reyes. CALDERiÓN EN TARRAGONA. A raíz de la rendición de Salces a las tropas castellanas (6 de enero de 1640) publicó el Rey Cortes para Cataluña y señaló su salida de Madrid para últimos de marzo. Pero los alborotos de los catalanes por causa del alojamiento en sus tierras del ejército que les había defendido en Salces y un si es no es la indolencia o cobardía por la parte castellana, obligaron a aplazar el viaje. Llegó- entre tanto el mes de junio, estalló en Barcelona la revo– lución del día de Corpus, asesinaron al Virrey Santa Coloma y se difirió por el momento la expedición reaL