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194 LÁZARO DE ASPURZ 34 y desplegó tal denuedo recorriendo la línea de fuego crucifijo en alto, que todos le atribuyeron el mérito principal del triunfo, te– niendo por milagro que no le alcanzase ni un solo proyectil 39 • Para sustituirle durante su generalato en la jefatura de la mi- 5ión envió san Lorenzo al insigne Matías de Salo, muy acreditado como predicador y como hábil diplomático. Llamado éste a Italia por el nuevo general Silvestre de Asís, echóse en falta el prestigio del padre Brindis. Por medio de su embajador en Roma el emperador le reclamó, y el papa Paulo V hubo de acceder. Esta vez el sector católico de Praga dispensóle una acogida calurosa, circunstancia que aprovechó él para denunciar con valentía en sus sermones la falta de entereza y de decisión en los responsables frente a la arro– gancia de· 1os protestantes. Sus alusiones a hechos y personas fue– ron tan directas, que juzgó más prudente aceptar una invitación del duque Maximiliano de Baviera y trasladarse a Munich. De entonces data aquella amistad, más bien intimidad persona– lísima, que había de unir a este príncipe y a san Lorenzo para toda la vida. Más que un amigo, llegó a ser su confidente y aun su di– rector espiritual. Con el apoyo del duque le fue más fácil vencer la falta de resolución de la corte de Praga. En el mes de julio de 1607 tuvo lugar en esta capital la polé– mica con Policarpo Leiser, teólogo áulico del duque Cristián II de Sajonia, con ocasión de una visita oficial realizada por éste al em– perador. Leiser, abusando de la hospitalidad, tuvo la osadía de de– safiar a los católicos con dos sermones sobre la fe sin obras, en el mismo palacio imperial. El nuncio apostólico encargó a san Lo– renzo la refutación inmediata, y él la llevó a cabo con argumentos tan contundentes y con tal dominio de la Sagrada Escritura, que el predicante se dio prisa por aleiarse de Praga «mudo más que un pez», en expresión del mismo Santo 40 • No bien vuelto a Dresde, Leiser dio a la estampa sus dos sermones, y envió un ejemplar al capuchino con aire de reto. La respuesta de san Lorenzo fue la monumental obra polémica que lleva por título Lutheranismi Hypo– typosis. 39. Véase la relación del mismo santo : De rebus Austria; et Boihemia; : Opera Omnia, X, pars II, 366 - 371. Y la carta de Girolamo Dentice, cons.ejero de guerra del archiduque Matías : ibid., notas 35 y 36. 40. Ibia., 870.