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56 TARSICIO DE AZCONA no hera cossa en que el podia entrar, con que se desi~o de la comunicacion <leste frayle. El Cardenal Lita me hizo decir le embiase una persona porque necesitaua de ello para noticiarme de algunas cossas, y hauiendolo hecho, me encarga dé quenta a V. Magd. de que dio el auiso que va aqui el Cardl. Cibo; que este Padre Milan le hablo muchas vezes y que le expreso que el Marques Zentella de deuia su honrra, pues hauiendole descompuesto el Principe de Ligni con V. Magd. y Su Alteza, pudo tanto su autoridad y maña, que no solo la hauia restituido s su primer estima– cion, sino conseguidole la Fiscalia y voto en el Consejo de Ytalia. Que tambien sauia que hauia escrito este frayle al Cardenal Cibo una carta, haciendole notorio lo que hauia seruido a su Santd. en el punto de la extinsion del Puesto de Juez de la Monarchia de Sicilia y que hauia tenido muy adelantado esto, poniendo en el Real animo de V. Magd. y de su Alteza lo escrupuloso que hera este officio y que despues se dejo de lograr por los officios de otros sugetos, y que V. Magd. podia cotejar si este frayle le hauia hablado en esta materia o si hera quimera suya y otro enredo mas, y que hauiendo visto aora al Papa, lleuaua muy a su cargo que tratase de este punto, y hecho él muchos ofrecimientos diciendo la mano que tenia y mas con su Alteza, que como buen criado y vassallo de V. Magd. me lo advertia todo para que ló pusiese en su Real noticia, suplicando a V. Magd. que se tenga secreto, pues le seria muy dañoso lo contrario, quando tanto importa para que él pueda dar otros auisos que sean de importancia. Esto, Señor, es quanto sé y no deuo recatar a V. Magd. hauiendo obrado con tanta libertad este Religioso, que en combentos, Plazas y Cassas ha dicho publi– camente a esa Corte y que hara con V.Magd. y con su Alteza y sus Ministros, no solamente que se me imposibilite del voluer a esa Corte, sino que se me castigue rigurosamente, que todo se puede embiar firmado de personas de mucha autoridad. Y hauiendo su Santd. visto el papel que me escriuio, embio a Monssor. de Luca a los Capuchinos para que se le mandase salir de esta Corte y me escriuio el Cardenal Cibo el papel cuia es la copia inclusa, con que partio repentinamente este frayle y en una calesa. Dejo a la grande consideracion de V. Magd. todo esto y quan mortificado me pueden tener semejantes cossas en un teatro como este, que quando no fuese, como soy, por Ministro de V. Magd. son tan impropias y mas en un vassallo de esa Corona, prometiendome de la Real grandeza de V. Magd. que aplicara el remedio que pide la materia, como me prometo de su suma justificacion, hauiendo los Padres Milan y Torrecilla tenido osadia para decir que ellos traian las ordenes de V. Magd. y que yo no las tengo, con tanto indecoro del Real seruicio, con que hiendo esto no me ha parecido dar el memorial pidiendo la Congregacion de Cardenales, como auise a V. Magd. el correo passado que lo haria y me lo mandan las Reales de V. Magd. porque no parezca obro con ardor, sin esperar las nueuas ordenes de V. Magd. en todo para asegurar mi acierto, como lo hare siempre. Puse en manos del Cardenal Cibo un memorial de los Capuchinos, pidiendo se obseruase el Breue de Clemente nono para que estuviese aqui el Difinitorio gene– ral y al Papa le parecio bien y despues me embio a decir Cibo que convenia mucho y que si lo queria lograr hiciese que lo pidiese al Papa el Duque de Etre, pues