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CAPÍTULO GENERAL DE LOS CAPUCHINOS (1678) 43 cusa, Francisco de Valencia y Félix de Bustillo: quizá los tres estaban de corazón con el embajador, pero tampoco querían desairar al P. Torrecilla, elegido definidor general 42 • 5. Versión de un tercer grupo de vocales capitulares A final de mayo y principio de junio fue dirigida a Madrid nueva información sobre el capítulo. Apareció otro tercer grupo de vocales y reli– giosos, que quisieron contrarrestar las noticias enviadas por el grupo favora– ble al P. Jerez y al embajador. Según ellos, fue dicho religioso quien estimuló a su grupo a escribir a Madrid, « resentido de no verse reelegido en este capítulo general» como definidor. Este grupo había representado que se había cometido agravio contra la nación española y habían puesto en entre– dicho la fidelidad de los contrarios. Esta versión era inaceptable. El día 26 de mayo les llamó a todos el embajador y les dio explicaciones y órdenes precisas. Continúan dando una versión que no difería de la anterior. Pero querían insistir en que la nación no había sufrido ningún agravio: el capítulo nombró un definidor general « y nunca ha auido más ». Terminaban pidien– do al rey que desviase los anteriores informes siniestros, que aceptase esta verdad que ellos exponían y que les tuviese por vasallos fieles. Firmaban esta carta el provincial de Aragón, el provincial y un custodio de Cerdeña y tres religiosos no vocales 43 • 6. Noticias de la secretaría de Estado al nuncio de Madrid Sabemos que el capítulo de 27 de mayo costó al nuncio S. Millini <i straordinarie premure ». Recibió despacho del cardenal Cibo, fechado el 29 de mayo, y carta del cardenal protector, de 5 de junio; ambos documen- 42 A la par de esta documentación oficial, va apareciendo otra más particular, referida, so– bre todo, al P. Milán, que queda muy malparado,« cervelo lleno de acrimonia, de quimeras y má– ximas temerarias ». Sableó al cardenal Lita y se sospecha de él que pueda tomar el camino de Gine– bra. Carpio no pudo tolerar a los PP. Torrecilla y Milán, por dar a entender que actuaban con órdenes reales que él no tenía, « con indecoro del real servicio ». 43 Roma, 1678 junio 12 (AGS Estado, leg. 3128, sin f.). El provincial de Aragón había sus– crito ya la versión del 30 de mayo. Aparecen por primera vez los de Cerdeña. Los tres últimos firmantes no eran vocales; quizá eran acompañantes de viaje, o curiales. El P. Ibdes estaba quizá en Roma, defendiendo en la congregación los intereses de su provincia. No aparecen en la lista de los españoles que, poco más tarde, querían expulsar de Roma. Apéndice, n. 6.

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