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CAPÍTULO GENERAL DE LOS CAPUCHINOS (1678) 39 El equipo de gobierno elegido fue, por tanto, el siguiente: PP. Bernardo Acquarone de Porto Maurizio, ministro general; Buenaventura Massari de Recanati, primer definidor y vicario general; Ildefonso de Carlshoven (Vie– na), segundo definidor; Martín de Torrecilla (Castilla), tercero; Luis Som– mieres (conde de) Jully (París), cuarto; Carlos M. Mandiroli de Macerata, quinto y Juan Bautista Carampelli de Sabbio (Brescia), procurador general y sexto definidor 36 • El cronista de Roma puede escribir que los vocales partieron para sus provincias muy satisfechos; pero pronto iban a surgir serios problemas en torno al capítulo, a la parcialidad del P. Recanati y a temas muy graves, que llegarían a inquietar a toda la Orden. 2. La versión del embajador en Roma, marqués del Carpía Don Gaspar de Haro y Guzmán se había ocupado a fondo de las "cosas de los capuchinos" desde que llegó como embajador a Roma el 20 de marzo de 1677, después que perdió en Madrid ~a alegría de la privanza. Su presen– cia en la curia romana no siempre fue grata ni discurrió por vías amistosas. Desde la celebración del capítulo recrecieron sus cartas a Madrid, llenas de noticias y de avisos políticos. a) Fue el día 29 de mayo de 1678, fiesta de Pentecostés, dos días después del capítulo, cuando escribió al rey una carta básica en la materia. Relataba: El día 25 de mayo había celebrado audiencia con el papa para tratar de dicho capítulo. Representó al pontífice la mala marcha de la Orden bajo la inspiración del P. Recanati. Pedía, por encima de todo, un general indiferente. Se trata de un relato vivo, casi dialogado. El papa le respondió con agasajo; le pidió que dijese nombres, a lo que el embajador renunció. Entonces el papa entró a hablar de sujetos y discurrió sobre las faltas de cada uno, como el mejor informado. Le dijo, en gran secreto, que no conve– nía el P. Porto Maurizio, porque era el único que quería el P. Recanati y porque tenía 82 años; tampoco incluía al P. Francisco de Perusa, por demasiado mozo y partidario del P. Recanati. El embajador le agradeció la confianza y le rogó persistiese en lo que le había comunicado. El papa encargó al embajador que hablase con el cardenal protector y le comunicase el contenido de la audiencia. También le ordenó dijese a los vocales que 36 Una biografía esencial de los mismos en Felice da Mareto, Tavole, 161-165. Llamamos la atención sobre un volumen epistolar del P. Porto Maurizio, que se conserva en Montughi (Floren– cia), con cartas dirigidas, en especial, a las cortes de España y Francia (cf. Francesco Zaverio, I cappuccini genovesi. Note biografiche, Genova 1912, 25).

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