BCCCAP00000000000000000000990

144 TARSICIO DE AzCONA EM (2002) 2. Se trató de un matrimonio de estado, urdido por Enrique N de Castilla para liberarse de la revolución nobiliaria, que le había depuesto en Ávila y le había obligado a cambiar la línea de sucesión en el trono. 3. La capitulación fue encomendada por Enrique IV a su mujer Juana de Portugal, hermana del rey portugués. Ella trabajó con su hermano a favor de Enrique IV, pero también a favor de su hija Juana de Castilla, la que en verdad casaría con Alfonso V en 1475. 4. La capitulación era muy gravosa para Castilla, ya que dotar a la infanta iba a costar al reino muchos miles de doblas de oro. Enrique IV jugó a la baja, como un auténtico perdedor. No se consumó aquella iniciativa porque mejoró su situación en Castilla, gracias a una tregua con los nobles y a otros recursos, y no se vió obligado a entregar a Isabel en Portugal dentro de los ocho meses pacta– dos. 5. Enrique IV obtuvo de Alfonso V de Portugal una fuerte ayuda militar para vencer a sus nobles rebeldes; pero tampoco este ejército entró en Castilla, debido a la negociación con la oligarquía nobiliaria; así pudo ir capeando el temporal dentro de sus reinos. 6. Esta capitulación matrimonial debe ser comparada con la de abril de 1469, en la que de nuevo se intentó la boda de Isabel con Alfonso V de Portu– gal. 7. En la capitulación se concertó no sólo el matrimonio de Isabel, sino la ayuda que Alfonso V debía prestar a Enrique IV para superar a los nobles des– obedientes y rebeldes y se renovaron también las paces generales entre los dos reinos, con alusión expresa a la lucha contra los moros de Granada y de África. Crecía el acercamiento entre ambos pueblos. 8. En resumen, Isabel sorteó muchos escollos desde su infancia y adoles– cencia, pero sobre todo vio alejarse éste que le habría apartado para siempre del trono de Castilla: También a éste podía Isabel aplicar lo que escribía en abril de 1469: «El qua! matrimonio ya vedes quanto a mi era peligroso... cuánto más lo fuera yo de quien tan gruesa herencia se esperaba>/. 6 La cita está tomada de la llamada Autodefensa, marzo de 1471, en Col. Diplom. de Enri– que !V p. 632.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz