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356 TARSICIO DE AZCONA corte no desaprobaba tanto la elección del general, óptimo religioso, cuanto que tuviera al lado al consultor y a otros religiosos, "che disponeuano della sua volonta et erano mal affetti alla corona" 12 • b) El nuncio espiaba las reuniones del Consejo de Estado; pero el 28 de julio comunicaba que no sabía si se había tomado alguna resolución. Creía que no habría novedad. Sin embargo, el 6 de agosto sí que tenía noticias sobre "le cose de Cappuccini e le franchigie e Quartieri de Regii Rappresentanti": exageró en el primer punto la inconveniencia de ingerirse en el gobierno y disciplina de los religiosos y en el desconcierto causado por el apoyo de los laicos, con el daño que sufrían las conciencias al impedir el gobierno de los superiores legítimos 13 • El 19 de agosto volvía a confir– mar las buenas intenciones de la corte: el rey prometía no ingerirse "nelle cose dei Cappuccini ... alquanto intorbidate' '. Dejaría el gobierno de la Orden a quien competía, 'eccetuata per sempre l'ammissione di quei Religio– si che possono dar ombra allo stato 14 • c) Además de la negociación confidencial, el nuncio no dejó de presen– tar protestas diplomáticas formales. Así, la que entregó el 19 de agosto al secretario Legasa. Se sentía defraudado: lo que se le concedía era muy corto frente a lo ofrecido. Alusión diplomática clara a la conducta de Inocen– cio XI con el embajador Carpio. Significaba la conmoción del celo pontificio al ver que en Madrid se quería poner la mano en cosas tocantes a capuchinos y otros institutos; ése era el primer impedimento para reducirlos a la flor y esplendor de su santidad y observancia primitivas 15 • d) La respuesta le llegó de nuevo mediante Pedro de Aragón; hablaría al nuncio y le dejaría memorial; pero quien de hecho escribía era la junta para los capuchinos. Esta tenía por inciertas las acusaciones del nuncio, ya que el rey no se entrometía en materias de regulares; era el nuncio quien se entrometía en los capítulos de los mismos. La intervención romana en el capítulo general había sido desacertada y el rey había tomado las medidas pertinentes en cuestiones de Estado 16 • En resumen, cada parte adoptó sus precauciones y levantó sus trinche– ras: de un lado, la corte, el embajador y el virrey de Nápoles; de otro, la secretaría de Estado y el nuncio. Pero la negociación diplomática avanzó 12 ASVat. Segretaria di Stato, Spagna, vol. 151, f. 810rv. y Nunz. Madrid, vol. 4, f. 506rv. 13 Original en ASVat. Segretaria di Stato, Spagna, vol. 151, ff. 9llrv-912rv. 14 !bid., ff. 930rv-93lr. 15 AGS Estado, leg. 3128, sin f. Se trata de una de las protestas más directas y enérgicas del nuncio. 16 Carlos II a Pedro de Aragón, para entregar al nuncio, en AGS Estado, leg. 3129, sin f.

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