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CAPÍTULO GENERAL DE LOS CAPUCHINOS (1678) 393 que con mas indiuidualidad pudiese dar quenta a V. Magd. y por este medio tomar yo prenda mas segura, como es tan necesario con esta gente, con que se despidio sumamente satisfecho de mi y de la forma en que le hauia tratado. El día siguiente me embio el papel, cuya copia es la del num. 2° y viendo en ella no especificaua si hauia tener esta nueua Prouincia los honores de las demas y voto, le escriui el papel que V. Magd. se seruira de ver y su respuesta, que contiene el num. 3° y tambien me dio el mismo auiso que el General el Cardl. Ciuo y de su contenido, como mi respuesta, se seruira V. Magd. de ver por los papeles num. 4°, de que aun no he tenido mas respuesta por ser ayer y oy aquí días tan ocupados que falta tiempo para todo, particularmente partiendo la posta para esa Corte. Con que este negocio queda en el estado que V. Magd. reconocera, y en pasando estas fiestas solicitare el Breue y la licencia del General para que se celebre el Capitulo y se nombre el primer Prouincial, con que quedara este negocio enteramente fenecido. Deuo poner en la consideracion de V. Magd. que a .este mismo tiempo esta el Cardl. Ciuo procurando con sumas diligencias que la Custodia de Capuchinos de la Prouincia de Bretana en Francia se haga tambien Prouincia, lo qua! no ha desayudado a que se haga a V. Magd. la gracia referida, pero sobre todo ha sido este temperamento que se ha tomado juzgando que con el se dara V. Magd. por satisfecho de lo que paso en el- Capitulo General pasado y mandara reuocar las ordenes dadas, que es lo que procuran por todos quantos medios son imaginables y partic:ularmente con inflamar el animo del Papa, ponderando el poco respeto que se le tiene con el papel que ha escrito el Marques de los Velez a los Prouinciales Capuchinos, pues lo fían tanto del reuerente obsequio de V. Magd. a su Santd. persuadiendose a que con enconarse el Pontífice se hallanaran quantas dificultades haya, aunque estas sean muy grandes, y en carta aparte doy quenta a V. Magd. de lo que ahora ha pasado con el Procurador General y otros seis Frayles de los mínimos de San Francisco de Paula, y esto :io se considera ni se remedia y se pretende hacer tanto crimen de qualquiera cosa que obren los Ministros de V. Magd., con tanta razon como la que ha tenido V. Magdi para hauer pasado a las resoluciones tomadas. Juzgo de mi obligacion el poner en la Real Consideracion de V. Magd. todo lo referido, pues me perece digno de reflexion y que siendo el animo de su Santd. tan duro como se reconoce, sus ministros tan poco afectos y viciados, no solo daran que hacer en los negocios penqientes, sino que cada día entraran en otros para ir alargando su Jurisdiccion, seguros de que todo lo han de vencer, siendo cierto que su Santd. se acuerda poco (aunque lo deuia tener tan presente) de lo que experi– menta de la Real persona de V. Magd. y grande afecto de sus Reynos y vassallos, y esto tan poco imitado no solo de los Reyes, pero ni de los Príncipes inferiores, que ni a ellos les hace obstaculo, ni V. Magd. es senalado con muchos fauores, como hera tan deuido. V. Magd. perdone mi celo in5Íiscreto, reciuiendo en quenta que en el deseo de cumplir con mis obligaciones y procurar su mayor seruicio y decoro de su Corona

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