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370 TARSICIO DE AZCONA los PP. Torrecilla y Milán, refugiados en Miranda; después de calamidades sin cuento, pidieron misericordia a la corte. Ni la historia del P. Fuentelape– ña, a quien la embajada francesa jugó la broma de presentarlo para definidor general, cuando estaba más que respaldado por las recomendaciones de Sici– lia y de Nápoles; residió en Gelves durante interminables meses; se interesó por él, de modo especial, su provincia de Castilla, aunque la corte permane– ció dura hasta que cambiaron las relaciones con la Orden. El P. Barbastro también tuvo que salir a Portugal, pero se hastió pronto, y regresó furtiva– mente a Aragón, sin poder volver a Cerdena. La historia del P. Mesina nos resulta menos conocida; volvió a Italia y se mantuvo fuera de los domi– nios hispánicos 54 • 7. Comisariato para España y hospicio para espanoles en Roma Seguimos analizando secuelas del turbulento capítulo general de 1678, aunque no cuajaran en instituciones concretas; sin embargo, entendidas in– cluso sólo como brotes, no dejan de tener honda significación. a) Creación de un comisario general para Espana: la idea se fue fraguando a lo largo del septenio del P. Cesena, aunque apareció en público a raíz del citado capítulo. Era de origen gálico, ya que Luis XIV lo había pedido para los dominicos franceses desde principios del mismo año y el embajador Carpio sospechaba que lo pediría también para los capuchinos 55 • La idea apareció varias veces de pasada en la correspondencia, hasta tomar cuerpo en torno a la celebración del capítulo general. Fueron los vocales hispánicos, apiñados en torno a los PP. Jerez e lea, quienes lo propusieron a la corte, el día 29 de mayo de 1678; por tanto, dos días después de celebradas las elecciones. La Orden capuchina - decían - constaba de 50 provincias, 22 de las cuales se hallaban en dominios hispánicos; era cosa intolerable que se viesen privadas de las primeras dignidades, teniendo sujetos tan di– gnos; en consecuencia, las provincias de España suplicaban que se encargase al embajador "procure el remedio, qual lo sera la eleccion de un Comissario General Apostolico y vuestro vasallo, pues es de justicia que de la mesma nacion que son los subditos, lo sea el superior, para que todos uiuamos 54 Véase la documentación que citamos en nuestro Catálogo de documentos sobre tas cosas de los capuchinos en el siglo XVII, en Est. Franc. 89 (1988) 301-405; sobre Fuentelapena, cf. Teófilo Estébanez de Gusendos, Antonio de Fuentelapena, un curioso escritor capuchino del siglo XVII, en CF 55 (1985) 53-74 255-287. 55 Carpio a Carlos II, Roma, 1678 marzo 6, en AGS Estado, leg. 3128, sin f. En dicha carta incluyó uno de los ataques más duros contra la Orden.

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