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366 TARSICIO DE AZCONA A todo lo largo de la década de 1670, hemos localizado docenas de protes– tas, quejas y reclamaciones diplomáticas de la Santa Sede contra la corona de Espana por violación de la inmunidad, sobre todo en los dominios hispá– nicos y, más en concreto, en el reino de Nápoles. Desde el Consejo de Italia, García de Bustamante escribía al nuncio el 17 de diciembre de 1676, acusando recibo de un memorial del mismo, en el que se pedía satisfacción por las injerencias napolitanas; el papa esperaba que el rey enviase órdenes eficaces, ahorrándole así el uso de ciertos remedios apostólicos 39 • Busta– mente defendía los derechos de la corona, quebrantados en diecinueve casos. Poco más tarde, el 5 de marzo de 1678, el mismo Bustamante hacía llegar al nuncio, en nombre del Consejo de Italia, respuesta a una larga lista de quejas sobre los desafueros cometidos en Nápoles contra la inmunidad 40 • El consejero de Estado e interlocutor, Pedro de Aragón, continuó pasando al nuncio diversos billetes, a fin de suavizar la tensión 41 • El 22 de marzo de 1679, S. Millini se dirigía al rey, a fin de que prohibiese a sus ministros interferirse en cosas de capuchinos y en otras numerosas cuestiones 42 • El 20 de abril de 1679 el nuncio escribía al secretario J. de Eguía, tocando el tema del exequatur. La curia romana estaba desconcertada ante las contradicciones elevadas, de una parte, por los ministros de Italia y, de otra, por los portavoces de la corona, don Juan de Austria y el secretario Eguía. Estos aseguraban no haber dado órdenes de rechazar a los superiores; aquéllos aumentaban las amarguras del papa, negando el exequatur a todo fraile capuchino desde Italia hacia el reino de Nápoles, más aún, desde los Estados de la Iglesia hacia dicho limítrofe reino: muchos religiosos pasa– ban la frontera lejos de Roma, lo que dificultaba la consecución del pase extendido por el embajador 43 • La corte se encerró en una respuesta transmitida por Pedro de Aragón al nuncio, a quien comunicaba el 10 de mayo de 1679: el virrey se había excedido al rechazar a los superiores, ya que tenía orden tan sólo de no 39 ASVat., Num:. Spagna, vol. 4, ff. 140r-142r. 40 Ibid., ff. 177rv-187v. Se trata de varias quejas en general, del quebranto de la bula grego– riana, contra diversos obispos, y de una muy sensible: resistencia a enviar trigo y vino para el esta– do eclesiástico y colegio de cardenales. 41 Aparece bastante material sobre Milán al tiempo del cardenal Litta, arzobispo de dicha sede (ibid). Para el período anterior, véase el excelente estudio de A. Borromeo, Le controversie giurisdi– :r.ionali tra potere laico e potere ecclesiastico nella Milano spagnola su!/inire del Cinquecento, en Atti dell'Accademia di San Cario. Inaugurazione del IV Anno Accademico (1981) pp. 43-89. 42 ASVat. Nunz. Madrid, vol. 4, ff. 123r-125v. Véase, sobre todo, "Varii casi d'Immunita ec• clesiastica offesa in Napoli", ibid., ff. 148r-157v. 43 ASVat. Segretaria di Stato, vol. 4, ff. 536r-537r; al margen, "Affari de' Cappuccini e rivo– cazione da farsi dell'ordine dato fuori dal Viceré di Napoli".

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