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268 TARSICIO DE AZCONA, OFMCAP. no vamos a descubrir ningún gran lienzo de la historia de Gui– púzcoa con documentos nuevos; en cambio, vamos a sorprender a este pueblo desde un ángulo singular: el rey se dirige al mismo, como testigo de un decenio de historia, uno de los más transcen– dentes para la península. Se trata de la carta que Enrique IV dirigió a la provincia de Guipúzcoa, significándole cómo había procedido la corona en las más capitales cuestiones de estado. Diversos estu– diosos, que escribíamos sobre estas materias hace varios lustros, habríamos exultado con el hallazgo de esta pieza, que ahora ofre– cemos con recuerdo amigo al profesor Tellechea Idígoras (1). APROXIMACION GENERAL AL TEXTO Se sabía por referencias literarias que el rey de Castilla había dirigido una carta patente, comunicando al reino su actuación en la grávida década de los sesenta (2). Pero nadie daba el texto de la misma. Ahora podemos asegurar cómo dicha carta fue enviada a la provincia de Guipúzcoa con mensajero propio y fue conservada en el archivo general de la mismo, ubicado en la villa de Tolosa (3). Anotemos algunos datos sobre ella. Prescindiendo de diversos envoltorios posteriores, la carta com– prende cuatro folios de papel cartáceo de no subida calidad y de los cuales van escritos los seis primeros; el séptimo va en blanco y en (1) La primacía del documento se debe a SEBASTIAN INSAUSTI, Reper– cusiones del reinado de Enrique IV en Gulpúzcoa, en BRSVAP 28 (1972) 539-565. Dicho fino investigador. modelo de modestia y cortesía, se refiere a la Herman– dad de Guipúzcoa. a la lucha en favor del príncipe de Viana contra Juan II de Aragón y a las alteraciones del reino de Castillo; al final, da el texto «traducido» a castellano moderno. Hemos creído que el tema merecía un estudio mono– gráfico y que la calidad del documento exigía una transcripción correcta y casi paleográfica. sobre la que descanse la confianza del investigador en temas históricos peninsulares muy arduos. Agradecemos a Don Julio Gorricho sus observaciones amigas. (2) Así J. TORRES FONTES, Estudio sobre la «crónica de Enrique IV» del Dr. Galíndez de Carvajal. Murcia 1846, p. 393: «embio sus cartas scriptas por todos estos reinos, porque todos fuesen certificados de la reprovacion de doña Isabel su hermana». Alude a la carta la mismo Isabel en la Autodefensa de 1 de marzo de 1471. (3) Arch. Prov. Guipúzcoa, Sec. 1, Neg. 1, Leg. 4. Agradecemos a Don Luis Murugarren que. nos hubiera comunicado tal documento. Hace muchos años que sacamos ficha de los documentos enriqueños de tal archivo, aunque sin poderles dedicar la atención que merecen.