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CARTA DE ENRIQUE IV A LA PROVINCIA DE GUIPUZCOA 281 quilidad destos dichos mis Regnos». Para desgracia de Enrique IV, Isabel y su bando pensaban de bien distinta manera sobre la po– lítica y sobre el amor. En este contexto insertó Enrique IV una de las frases que más hirieron a Isabel, pues tocaba a su honra: «Ella, oluidando toda honestad e verguen<;:a virginal, menospre¡;;ian– do su honra e non hauiendo acatamiento a la noblesa e virtud e castidad que las fijas de los Reyes de Castilla syenpre miraron e guardaron», ya que siempre se casaron de acuerdo con sus padres o hermanos, cuando en su poder quedaron y con consejo de los procuradores. La carta no deja de aludir a un aspecto conflictivo de la boda: el impedimento de consanguinidad entre los contrayentes, del que no tuvieron legítima dispensa pontificia, «como quier que por ella e por el dicho rey de ¡;;e¡;;ilia e por el Rey de aragon su padre fuera mucho procurada e espresamente le fue denegada». Solo mostra– ron, para engañar al pueblo, una bula, «fingiendo que era dispensa– Qion, la qua! non era, segund que todas estas cosas son publicas e notorias» (23). El rey evita calificativos malsonantes, pero deja malparada a su hermanastra: «Antes ella... se junto e dio su pre– sona publicamente al dicho Rey de ¡;;e¡;;ilia». Estos pasajes encon– trarán amplia respuesta en la Autodefensa de Isabel, lo que prueba que su hermanastro había herido la sensibilidad humana y cris– tiana de la joven princesa. 6. «después desto... » es una expresión copulativa para relacio– nar el hecho del matrimonio con la actividad de la pareja de re– cién casados y del bando que les apoyaba. Hace constar que ellos y el arzobispo junto con el almirante intentaron conquistar a gran– des, prelados, ciudades y villas a fin de confederarlos a su favor. Entraron en Valladolid para apoderarse de tan importante ciudad, aunque el pueblo opuso resistencia y no pudieron alzarse con ella. El peligro fue tan inminente que el mismo rey fue en persona a di– cha ciudad, mientras los príncipes huyeron de noche, «como ya habeys sabido». La expresión denota cercanía. La carta no da más detalles sobre los príncipes después de la boda, ya que prefiere ofrecer una visión global sobre la entrada de Fernando en Castilla. 7. Porque fue sin duda esa entrada lo más intolerable a En- (23) ¡Ojalá hubiera presentado testimonios más explícitos y no sólo el manido recurso a la publicidad y notoriedad!

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