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tercer grado, ya que los himnos del Ordincrio les suenan mucho más a can,sa de las misas cantadas. Meter a los fiele5 ..el .segundo grado, es..decir las ora,ciones. al pie. drl altar lo tenemos por difícil, pero en manera alguna,Jm~ posible. El. cuarto grado no lo practicarErnos ert nuestras iglesfas, pe:r{?.,sL en nuestros colegios, religiosos o de segunda enseñanza. Hasta ahora se, podía alegar que no existían metas ni orientaciones fijas; ahora y¡¡, no> se podrá alegar ese.usa alguna ; ahora nos toca catequizar y practicar. · · ' ' ' . Problema ele la lengua: No lo hemos dicho hasta ahora porgue pensál;>a~ mos desde el principio en esta aclaración, mas es evidente que laparticipil– ción litúrgica directa se debe hacer sólc en langua latina, siempre y en todos sus grndos. La Instrucción en este sentido es meridiana, aunque a}gu~ nos. se hayan confundido al leer los núms. 14, e) ·y 3L No debe, en efec.to ,, olvidarse qúe el documento está redactado al estilo de los documentos canónicos: Normas generales (11-21), · I\"ormas especiales (:21a118), arn,:én· · de ofros detalles que no es necesario ahc-ra recordar.· En el número 14,, e) se da la norma. general de que el Propio, el Ordinario y el Canon de{la misa no se pueden decir en voz alta ni en latín ni en traduccjón literal vulgar ni por los fieles ni por un comentador; atiéndase al ~ono de la pro– hibición: stricte prohibetur, y a las dos c;,ue contiene: decir esas partes,;en voz alta en la lengua que sea, decirlas. en lengua vulgar, por ninguna p~r– sona. La norma general es tajante, mas sería un enorme entorpecimiento pára la participación si no tuviera excepciones. Por eso, en las normas. especiales se vuelve sobre el asunto y se admiten las oportunas e;,¡:cepcion.e~,: las partes contenidas en. los cuatro grados de participación litúrgica directa,. · no obstante pertenecer al Propio y al Ordinario de la misa, se podrán re.ch tar en voz alta por los fieles juntamente con el sacerdote; aquí está la . excepción; sobre la lengua no existe la más mínima duda, ya que continí,f.a sin excepción el stricte prohibetur de la norma general. ···· ¿Quiere decir esto que en estas misas con participación directa está eN'– cluída la lengua vulgar absolutamente? Respondemos sin rode.os intlerpre~ · tando la Instrucción : Si se trata de oraciones o recitaciones,· posibles en las, misas rezadas (segundo modo de participación), creemos que están lil~nf~c– tamente ·demás ;_ a no ser alguna cosa breve para el ofertorio, Si se tra,t:a .. de solemnizarla con cantos ya cambia el problema:. Tal modo de partici~ pación, aun con sus cuatro grados, da rrargen para solemnizar }a entra.,. el ofertorio, la distribución de la comunión y la salida con cantos apropiados,. a esos momentos y.naturalmente en vulgar. En cambio, no nos pareee copt1 forme a la Instrucción cantar, ni en latín, el 1(yrie, Gloria, etc. pata marit~• · ner la distinción entre misas cantadas y rezadas. En conclusión,·, que no• parece que esté absolutamente prohibido mezclar el segUndo y tercer mocl,,01. de participación, siempre que no se estorben el uno al otro, por.razón•. ele; la solemnidad y atendidos otros detalles, por ejemplo la ·ley del silencio, que comentaremos luego. VALORACION DE LOS MODOS Y GRADOS DEPARTICIPACION · Más arrib.a hemos tratado de valorar los tres elementos de que, co,asta la participación; ahora queremos i.ntentar lo• mismo respecto de. lQs, modqs.. y grados, Aquí la Instrucdón no adjetiva cada uno de. los tres. mQl¾os nL. de los cuatro grados; sólo al tratar del tercer modoJ~ llama pfoniar, l~H:jµ.@,

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