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cio 124 • Fue inútil pensar en mirar hacia atrás a fin de deshilvanar aquel ovillo y desenredar aquella maraña 125 • La vida había avanza– do, en esta ocasión, sobre el derecho. 8.4. Episodios actuales en torno a la iglesia del convento 1. El ayuntamiento de Borja no sólo trasladó el hospital al convento de capuchinos, sino que creó una Fundación, que cuidase del sostenimiento del mismo. Entre otros bienes, urbanos y rústicos, dedicó a la misma todos los ingresos del Santuario de Misericor– dia 126 • Esta fundación dependió, de derecho, de la Beneficencia del Estado y de los diversos organismos de la misma; en tiempos re– cientes, de la Dirección General de Beneficencia y de Obras Socia– les. En el aspecto sanitario, en pocos años se convirtió en una ins– titución de primer orden para la ciudad y la comarca. El inmueble del convento fue conociendo importantes transformaciones para acomodarlo a las necesidades apremiantes de los pacientes 127 • 2. Además, el ayuntamiento fue echando mano de algunos es– pacios, para las necesidades que se iban presentando. Así se puede 124 El ayuntamiento de Borja respondió el 20 de marzo de 1875; el documento contiene muchos datos, ya conocidos, con su particular versión sobre la actuación del obispo Ma– rrodán y de los capuchinos. Como base para la actuación de la Junta Revolucionaria adu– cía la ley de 1. 0 de junio de 1869 sobre edificios de comunidades religiosas con aplica– ción a servicios públicos. El documento en AMB 316-12. 125 A nuevas peticiones del Administrador Económico de Zaragoza, respondió el alcalde constitucional, remitiendo el 31 de mayo de 1875 copia certificada de todos los acuerdos tomados en el ayuntamiento desde 1868. 126 PARDOS BAULUZ, E., Op. cit., pp. 173-177. 127 No caen en el foco de nuestro estudio dichos cambios y transformaciones, con fuerte sentido social y sanitario, además del económico. La documentación se encuentra en el ar– chivo municipal y en el del mismo hospital. -117-