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Por ahora, desconocemos la dispersión de esta comunidad y la subasta de sus enseres. Tan sólo consta la venta rápida de la her– mosa huerta, que pasó a manos del mejor postor 86 • No consta que, tampoco, en esta ocasión hubiera intervenido, como Patrón, el Ayuntamiento de Borja. También se mantuvo leja– no el obispado de Tarazona, que tan sólo decenios más tarde mos– trará interés por la iglesia. Conocemos diversos conventos capuchi– nos de España que, en esta ocasión, fueron salvados por la diligencia de sus Patronos. 8. EL CONVENTO CONVERTIDO EN OBRA ASISTENCIAL (1868- ....) El convento de capuchinos de Borja no desapareció con la de– samortización, sino que se mantuvo en pie, aunque cambiando de inquilinos y de jurisdicción. Vivió los avatares políticos del siglo XIX, conociendo diversos proyectos de propiedad, de uso y de uti– lización. Incluso se mantiene en nuestros días, esperando alguna so– lución a su precaria situación 87 • Intentaremos pergeñarlos diversos momentos que ha conocido el convento de capuchinos desde 1835 hasta nuestros días. 86 No hemos localizado en Borja esta documentación, llevada a cabo por la superioridad de Zaragoza. 87 Esta historia del convento en el siglo XIX permanece inédita. Por otra parte, es nece– sario prestar gran atención al contexto sociopolítico, tan complicado. Estamos de acuerdo con intentar una relectura democrática del liberalismo, cf. RUJULA, P.-LAFOZ, H., Op. cit., pp. 349-358, pero sin olvidar los perfiles de ese siglo tan difícil para Borja, cf. GRA– CIA RIVAS, M., Así fue el primer centenario de Nuestra Señora de la Peana en 1889, Borja, 1988, pp. 19-22. -105-