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7.1. Los años de la segunda restauración (1824-1835) El convento de Borja nunca recobró su ser tradicional; por de pronto, descendió el número de religiosos. Llevaron el peso del go– bierno del convento el guardián P. Pascual de Lechago y su vica– rio, P. Clemente de Albalate. La Provincia Capuchina de Aragón contaba en 1830 con 309 religiosos, varios cientos menos que en el siglo anterior. Entre ellos encontramos al P. Matías de Borja, profe– so en 1826, y recien aprobado para predicador. No aparece ningún otro religioso de la ciudad, dato llamativo por existir convento en ella. Nos gustaría conocer algo sobre la represión contra los consti– tucionales, siguiendo las consignas de los vencedores. Estamos ante un tema delicado: ¿Qué trato recibieron los ~efensores de la Cons– titución en Borja?, ¿Fueron represaliados, exiliados o castigados después del restablecimiento del régimen absolutista?, ¿Hubo huí– dos del pueblo por ser liberales? 82 • No tenemos noticia sobre las relaciones del convento con el ayuntamiento por razón del patronato, ni cómo actuó éste durante las dos precedentes exclaustraciones. A la ciudad correspondía ser «Patrona, fundadora y amparo». Parece que no salvaguardó el edi– ficio, la huerta y los enseres del mismo. Seguramente porque las circunstancias se imponían sobre el derecho dominical y patronal. Avanzando un poco en el tiempo, ¿Cómo incidió en Borja la primera guerra carlista (1833-1839)?. En 26 de agosto de 1834 ano– tamos una cuenta de gastos habidos en la fortificación del convento 82 No hemos tenido la fortuna de ver documentación sobre este punto en el archivo mu– nicipal de Borja. -103-

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