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Se trata no tanto de descubrir detalles mínimos de la vida de los religiosos, como de llegar a un juicio maduro sobre la institu– ción conventual: Su fundación, sus relaciones profundas con la ciu– dad, cómo realizó su misión específica, tanto en Borja, como en la comarca, su responsabilidad en la evolución del sentimiento religio– so y, en lo posible, qué impronta dejó en la identidad y en el com– portamiento de sus habitantes. En último término, su contribución a ser cristianos y borjanos 2 • Siendo un ensayo de historia c~ítica y labor de primera mano queremos hacer constar que hemos realizado un esfuerzo, no peque– ño, para acceder a las fuentes conservadas tanto en archivos loca– les, como en los generales de la Iglesia y del reino. He aquí una visión panorámica de nuestra investigación: l. Archivos generales capuchinos: 1.1. Archivo general de la Orden en Roma (AGOFMC): Contie– ne informes y no pocos datos estadísticos. 1.2. Archivo Histórico Provincial de Pamplona (AHPCP): No aporta documentación antigua para la provincia de Aragón, a excepción de algunas piezas, sermones y libros, que lle– garon a Pamplona tras una gestión realizada a principio de siglo ante el obispado de Tarazana 3 • 2 La influencia de los conventos y de los religiosos en los pueblos era proclamada sin re– ticencias en este tiempo. Así en un memorial a Felipe II, Lisboa, 26 de marzo 1582, AG– Simancas, Estado. Leg. 428, s.f, se argumentaba: «... porque el trato más principal que tienen con ellos es lo tocante a las almas». 3 El P. Rafael de Pamplona, guardián de Tudela, realizó una gestión, Tudela 16 de agosto 1896, ante el obispo de Tarazana, para recuperar los libros de capuchinos que se encon– traban en el seminario de Santa Ana. El prelado autorizó, Tarazana 27 de octubre 1896, al rector del seminario para que se los entregase. -48-