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No conocemos detalles sobre la vida y actividad del matrimo– nio Pradilla-Rada, a excepción de su infecundidad, de sus preocu– paciones religiosas y de los testamentos de ambos cónyuges. Gracia de Rada falleció siendo todavía joven. Otorgó testamen– to ante J.V. Albis, el 16 de octubre de 1624, estando enferma, pero con «buen seso, firme memoria y palabra manifiesta». Ordenaba ser enterrada en la iglesia escogida por su marido y quería ser acompañada por el capítulo de Santa María; en ella se celebrarían sus exequias, un novenario y el cabo de año. Dejaba a la voluntad de sus testamentarios aplicarle los sufragios que creyesen conve– nientes. Les ordenaba pagar sus posibles deudas. Nombraba herede– ro universal a su marido, Juan de Pradilla, y concedía legítimas a sus sobrinos Juan Agustín, Jerónimo Lucas, Ana María y Juana María de Rada. A estas últimas dejaba todos sus vestidos y joyas, y también 20.000 sueldos jaqueses para cuando tomasen estado, siempre que fuese a voluntad de su marido y del hermano de ellas Juan Agustín. Nombraba a éstos sus testamentarios. Firmaron como testigos del testamento su hermano Alonso de Olóriz y Juan Miguel Munárrez. No firmó ella porque «dijo no sabía escribir» 21 • Estando ya en marcha la construcción de la iglesia conventual de capuchinos, donde Pradilla había escogido sepultura para los dos, fue necesario recurrir a una solución transitoria, enterrarla en la colegiata de Santa María. El 26 de octubre de 1624, el notario Albis levantaba acta del depósito, en dicha iglesia, «con condición de poderlo mudar de allí a otra parte, quando quisiessen y poderlo enterrar en otra parte» 22 • De hecho, su cuerpo, vestido con el há– bito de San Francisco de los capuchinos, no permaneció mucho 21 AHPNB. J. V. Albis t.º 2012. ff.262 v.-265 r. No es necesario insistir en el analfabetis– mo de esta mujer, ciudadana que no plebeya, por ser fenómeno documentado para aquel tiempo. 22 AHPNB. J. V. Albis t.º 2012. ff. 275v.-276 r. Acta solemne con el elenco de todo el cabildo. No aparece el lugar en que fue enterrada, en qué capilla, ni en qué gremio. -59-