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344 Tarsicio de Azcona General a esta Corona, molestias que experimentauan los religiosos vassallos y afectos y malas consequen9ias de ello, se aprouase al embaxador y Virreyes quanto hauian obrado, encargandoles estuuiesen muy a la mira, sin permitir que el General embiase Visitadores que no fuesen vassallos, y al embaxador se le dijo que la respuesta al Manifiesto no hauia dejado de parezer algo acre y que sobre esta materia se necesitaua poco de semejantes escritos. [10] Con Decreto de 19 de julio passado remitio V.Mgd. al Con– sejo un memorial del Nunzio en que represento los inconuenientes que resultauan de hauerse entrometido el Juez de la Monarchia de Si9ilia en el Gobierno de los Capuchinos de aquel Reyno, solic;itando en nombre de su Santd. diese V.Mgd. las ordenes mas adequadas al remedio. Y hauiendo el Consejo, en Consulta de 30 de dicho mes, referido a V.M. no se hallaua con noti9ia, ni la hauia dado el Virrey de lo que representa el Nunzio, solo dijo estauan dadas repetidas ordenes en diuersos tiempos a los Virreyes y Juezes de la Monarichia de aquel Reyno cerca del modo de portarse en negoc;ios tocantes a Religiosos, proponiendo se renouasen, y que el Virrey oydo el Juez de la Monarchia informase muy indiuidualmente sobre la instanzia del Nunzio. Y hauiendose conformado V.M. se embio despacho .al Virrey en 14 de septiembre a que no ha satisfecho. [11] Tambien con Decreto de 13 de julio de 676 remitio V.Mgd. al Consejo dos cartas del Cardenal Nidardo de 30 de mayo y 15 de junio del mismo año, que la primera acompañaua dos que pare9ia hauerle escrito fray Joseph de lea, Comisario General que era de la Prouinc;ia de Palermo, embiandole copia de un (sic) orden de su General, dirigido a fray Miguel Angel de Cacamo, guardian de Palermo y una lista de religiosos que el General hauia llamado a Roma, sacandolos de aquella Prouinc;ia de Mec;ina, que todas hablauan contra el General, dic;iendo el Cardenal Nidardo las dificultades que hauia encontrado en el restablec;imiento de la Congrega9ion y que porque el General no cesaua de llamar de las Pouinc;ias de Si¡;ilia gran numero de Religiosos poco acreditados, hera de parezer hauia llegado el caso de que se intimase a todos los religiosos de las Prouin– c;ias sugetas a los Dominios de V.Mgd. no obedeziesen sus ordenes, como es otros tiempos lo hauia mandado el Rey de franc;ia a los de san franc;isco; que assi lo hauia significado a los Virreyes Y Gouernador de Milan. Y con la segunda carta remitio el Cardenal otra del Padre lea, con ,copia de orden del General al definitorio, prohuiendo rec;iuir Nouic;ios, dar Professiones y ordenes sacros por hauer proveido la guardiania de Trapana que dejo fray Miguel de Palermo, añadiendo el Padre lea que el General afirmaua era el