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Las cosas de los Capuchinos en el siglo XVII 387 memorial y tambien de lo que ultimamente huuiese entendido acerca de los procederes de los Padres Torrezilla y Milan. [32] En cuya execuzion dize el sr.Marques en carta de 5 de mar~o que a Fray Antonio de Fuente la Peña se hallo en aquella corte y inmediatamente paso a la visita de Sicilia, en cuya comission habran dado quenta a S.Mgd. los Ministros a quien toca del modo con que procedio. Y aunque es cierto que le tuuo en muy bien concepto, tambien lo es que no obro con toda aquella fineza que refiere en su memorial, que lo mas reparable que hizo este reli– gioso (segun tiene representado) fue el traer orden de los Reyes christianissimos para su embaxador Duque de Etre procurase ha– zerle difinidor General, en cuya execuzion el embaxador paso oficios con los relígiosos vocales Franzeses, los quales le desengañaron de que esto no hera capaz de conseguirse; de que nacio, y no de otra causa, el resoluerse Fray Antonio antes de la zelebrazion del Capi– tulo a renunciar la voz pasiba, sin que fuese el motiuo el que expresa en su memorial, siendo esto lo que hauia penetrado con bastantes fundamentos del prozeder de este religioso. [33] Que Fray Martin de Torrecilla y Fray Juan Baptista de Mi– lan (como es notorio) procedieron no con la modestia religiosa que era propio de su estado ni conforme deuian por vasallos de S.Mgd. porque Horrezilla fue publicando y haziendo manifesto a aquella corte que hera hijo del Rey nuestro señor (que sancta gloria aya) que merezia a su Mgd. al sr.Dn.Juan y a los mayores Ministros la confianza de participarle los negocios mas reseruados de la Monar– chia y que solo él y de los Padre Milan y Balbastro hauia fiado S.Mgd. la direcion de las cosas del Capitulo, siendo ellos unicamente los que sauian la mente de S.Mgd. en lo perteneciente a la eleccion de General y demas superiores de la religion, jactandose de que ,el sr.Marques la ignoraua y haziendo presente al mismo tiempo al Papa, Cardenales y otras Personas los se:-uicios que hauian hecho en la Corte de España en defensa del decoro de la sede Apostolica y del General pasado, dilatandose en las ponderaziones de lo mucho que hauian traujado para desvanezer los dictamenes en que contra su credito hauian puesto a su Mgd. el Virrey de Napoles y cardenal Nidardo, quando seruia aquella embaxada, haziendo a todos grandes ofertas de combeniencia, en que poca modestia no se reseruo con el Papa ni card.Ciuo. Y ultimamente los terminos en que Torrezilla se gouerno con el sr.Marques hauian sido tan desatentos e impro– pios de quien por la obligazion de su estado deue profesar umildad, que asegura no se exercito poco su tolerancia y que tuuo mucho que disimular a este sugeto.