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Las cosas de los Capuchinos en el siglo XVII 383 remos visible a todos la moderazion de S.Mgd. y sumision de sus Ministros. Y aunque S.Mgd. tiene dispuesto que no se den cartas de exequatur a los Visitadores que no fueren vasallos, deue repre– sentar que ay sugetos que, aunque no tienen esta circunstancia, son muy afectos y muy a proposito para visitadores de las Prouin– cias de Napoles y Sizilia, que las pondran como combiene y se obrara en lo propuesto con mas indiferenzia, poniendo en la Real considerazion que el que salio nombrado Procurador General (que es veneziano) no puede ser mejor ningun vasallo, ni procurar amar los Reales intereses. Y si esto pareciere combeniente, atendera el sr.Marques con toda aplicazion a las calidades de los sugetos, in– formandose de sus p(lrtes; lo qual facilita el hallarse sobre el mismo hecho, obseruando sus mañas (que no son dificiles de conozer), caminando con el mayor resguardo y mucha cortesia, siendo la doc– trina que alli se sigue 1a de no hazer obra buena ni dezir palabra mala. [25] Y concluye esta carta el sr.Marques, asentando con que [borró: alli] en Roma se camina a atemorizar el religioso y atento celo de S.Mgd. amenazando con excomuniones, pues con ellas espe– ran superar los mares y las más altas montañas; que como S.Mgd. puede saber de sus theologos y Unibersidades [borró: que] para que recayga la excomunion es menester que aya causa y no basta– ria para hazerla justa el que fuese antojo del Pontífice, que con maña afecta ya demasiado esta amenaza y lo mismo sus Ministros colaterales por qualquiere leue cossa; juntamente con una perpetua queja de los Virreyes de Napoles y Sicilia, del Conde de Melgar, del Gouernador del consejo Real y del embaxador de Roma, pues en lo primero y en esto segundo fian grandes maquinas, osando afirmar a la Grandeza de S.Mgd. lo que no es y amedrentar los Ministros con que ha de romper por Io mas delgado, siendo assi <[Ue cumplen con sus obligaziones y con la confianza que S.Mgd. ha hecho de sus Personas. [26] Que el tiempo mostrara que aunque todos los que oy se hallan en Italia y España los mude S.Mgd. no cree han :de ser mas afortunados los que sucedieren, pues ellos seran los que han de apoyar el proceder de los presentes, ocasionando a todos y espe– cialmente al sr.Marques sumo desconsuelo el ver la poca satisfa– zion con que son mirados y el desprecio que se haze de unos y otros, sino es para quererlos desacreditar tan injusta e inpropia– mente, de lo que se mereze, y que al de más ardiente celo del se– ruido de S.Mgd. si no le entiuia, le perturba demasiado viendose expuesto a tantos embarazos y riesgos sin culpa alguna.