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Las cosas de los Capuchinos en el siglo XVII 381 cular de las Franquizias de su Ingreso, el subceso con nuestr& na– zion en aquella corte, hauiendo ofrecido por pedirlo S.Mgd. que se castigasen los culpados de aquel Pueblo y se diese parte de. ello al sr.Marques nada hauia tenido cumplimiento. Y aunque se dijo que al caporal de la Fontana de Treueres, que fue el que fomento al Pueblo contra los españoles le echarían a Galeras o saldría deste– rrado, no ha hecho uno ni otro y él se pasa. Lo que paso en la Aduana sobre 1a saca de las Baquetas quedandose assi y lo mismo la prision del comprador, lleuando librea del sr.Marques, sin mas delito que el de salir de rezar de una Yglesia ni mas armas que una linterna, que ni esto ni el estar el sr.Marques actualmente pa– gando ·todas las Gauelas como el mas minimo Hombre de aquella Corte,. basta para obligar al Pontífice; oluidandose tambien las mer– cedes que ha reciuido el Conde Carlos Borromeo y paniendo el tema en la reforma de la compañia del Conde Vitaliano Borromeo, de que se resintia eón todos, exagerando a todas oras lo sucedido en los Capítulos de los Carmelitas calzados y clerigos menores, to– mando muy por su quenta la prision del Caballero Cusano. Al mismo tiempo que dize que no tiene parientes, sin que aproueche cosa al– guna ·a sosegar ·su animo ni hauer forma de ·salir de la dependenzia del sequestro de las rentas episcopales de Sulmona, siendo assi que dieron parlabra · al Marques de los Velez de una cosa y despues executan otra, siendo cierto que durará este punto hasta que logre el Papa lo que quiere, venziendo a su entera satisfazion las quejas con que se halla del Virrey porque no le ha dejado sacar el trigo que pide, sailiendo que cumpliendo el Marques con lo que deuia, no lo podía hazer. [21] Arguyendose de todas estas cosas el animo del Pontífice y la aplicazion de estender sus regalías, no dando tiempo para salir de una disputa quando se entra en otra, subscitando muchas con fin de que dilatandose, las venzeran todas. Y si bien cor¡.sidera el sr.Marques quan conueniente seria concluir estas cosas, aunque fuese cediendo de parte de S.Mgd. en lo no muy esencial, teme que no solo [no] aprouechara este remedio, sino que· antes entrara su santd. con mayor animosidad a nueuas pretensiones, combiniendo mu– cho a mirar con tiento porque su Beatd. tiene muy en su corazon lo del Juez de la Monarchia de Sicilia y quando menos se espere se ha de arojar sobre esto, no con menos fuerza que en todo lo demas. [22] Que en el particular de Capuchinos le pareze se deuia ca– minar por los Virreyes y Gouernadores con todo secreto, .sin hazer notorias las ordenes de S.Mgd., pues para· nada es a proposito, que a uista de lo delicado que se alla el Papa, se le dé motiuo de