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372 Tarsicio de Azcona cía seria en gran manera perjudicado el sermc10 de Dios y el de V.Mgd. no pudiendo este sin aquel caminar bien jamas, porque los religiosos no ligados a la obediencia de sus superiores ocasionaran con las propias faltas continuas inquietudes, ademas del desorden que naze de que por el precto (sic) de no admitir expediciones ni obediencias del General quedarían en esta quaresma muchos Pul– pitos vacantes, donde habrían de hir con Patentes suyas los reli– giosos a pedricar (sic) el euangelio. [3] Tambien se haze relazion en la Consulta citada de una carta del Sr.Marques del Carpio de 25 de diciembre proximo pasado, en que dio quenta de que hauiendo buelto a Roma el Cardenal Achayoli, Protector de la Religion de Capuchinos y esparcidose alli copias del papel que el Virrey de Napoles escriuio a los Prouinciales de aquel Reyno, de que remitía copia, (y es del mismo thenor que la que cita el Nuncio), causo mucho ruido en Roma y se comen– zaron a hazer juntas del General de los Capuchinos, del Padre Racanate (sic) y los Cardenales Achayoli y Rospillosi, del qual tuuo el sr.Marques luego noticia y del sentimiento que el Papa mostraua del contenido de este papel y de las ordenes que sobre esto mismo se hauian dado en Milan y Sicilia. Que se resoluio conzeder a S.Mgd. la ereccion de Prouincia de la custodia de Capuchinos de Nauarra y que el General viese al sr.Marques (como lo executo) y le reciuio con estimazion y agasajo y el mismo le odio la noticia de estar hecha Prouincia la Custodia, por lo que en todo desearía seruir a V.Mgd. Que hauiendoselo esti– mado el sr.Marques, le insignuo seria bien le escriuiese lo que le dezia para que con mas indiuidualidad pudiese participarlo a S.Mgd. con que el General se despidio yendo muy satisfecho, y el dia si– guiente le embio el papel de que remitía copia; pero que viendo el sr.Marques que no se especificaua en él si esta prouincia hauia de tener los honores de las demas, le escriuio otro del qual y de su respuesta tambien embio copia, diciendo al sr.Marques que heregida, deveria gozar de todas las preheminencias que las demas de españa y que este mismo auiso le dio el Cardenal Ciuo, el qual a un tiempo solicitaua que la Custodia de Capuchinos de la Prouincia de Bre– taña en Francia se hiziese Prouincia, cuya circunstancia no hauia desayudado a la de Nauarra; juzgando assi mismo que S.Mgd. se daria por satisfecho de lo obrado en el Capitulo General y mandara reuocar las ordenes dadas, que es lo que procuran por todos quan– tos medios son imaginables y particularmente con inflamar el ani– mo del Papa, ponderando el poco respecto que se le tiene con el papel del Marques de los Velez, fiando tanto del reuerente obse– quio de S.Mgd. a su Beatd. que se persuaden a que con enconarse