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304 Tarsicio de Azcona 4. Consta de un nuevo subsidio concedido por Julio II a Fernando y que fue presentado en Toledo el 13 .de septiembre de 1510: era notorio el dinero gastado en la expugnación de Orán, Bujía y Trípoli y era justo que la corona fuese ayudada. El cabildo consintió en la concesión de un nuevo subsidio de 100.000 florines de oro. No conocemos actas de esta asamblea. Posiblemente realizó toda esta operación el obispo de Palencia, J. Rodríguez de Fonseca 10 • 5. El 1 de mayo de 1512 se fulminó al cabildo de Toledo otro nuevo subsidio en las mismas condiciones que el anterior y por el mismo prelado: subsidio de otros 100.000 florines de oro. Tampoco consta de la celebración de asamblea; el citado obispo era un consumado especialista en tales problemas de concordia y reparto 11 • 6. Asamblea de Toledo-Madrid, mayo 1517. En el cabildo de Toledo se habla de la misma el 21 de mayo de 1517, durante el mandato de los gobernadores. Debió prolongarse no poco. Es sabido que Carlos I entró en España el 19 de septiembre; pues bien, el 21 de octubre es enviado Luis Dávalos a besar la mano del rey «en nombre de las iglesias». En todo caso, este subsidio fue organizado por el cardenal franciscano y sabemos que no tiene que ver nada con el primero del reinado de Carlos I, del que hablaremos luego. Se trató de un subsidio de uná íntegra décima, o sea de 100.000 florines de oro. No hemos localizado actas de esta asamblea. En todo caso, la hermana muerte no dejó al cardenal emplearlo en nuevas empresas 12 • 7. Asamblea de Calatayud-Martorell-Barce/ona, junio-julio 1519. Con– vocada para prestar al nuevo rey el primer subsidio, como entrático en los reinos hispánicos, aunque aparezca motivado por la guerra contra el turco. Conocemos las actas de la misma. Fue celebrada en el monasterio de la Merced, una vez llegada la comitiva a Barcelona. Dirigió el parlamento al rey el maestrescuela de Toledo; destacan la concordia para pagar al rey la suma de 100.000 florines de oro y varias cartas de los procuradores a sus respectivas iglesias. Como colofón de esta asamblea, se puede aludir al duro enfrenta– miento con A. de Rojas, arzobispo de Granada y presidente del consejo real, a quien consideraron vendido a la corona. 10 lbid v.3 f 177, con alusiones numerosas. 11 !bid v.4 ff 33v-37r. Alusiones muy variadas, por ejemplo para no pedir subsidio a las clarisas y a las beatas de la Tercera Orden Regular.Nótese que durante este año se celebró en Burgos la conocida junta de apoyo a Julio II contra los cardenales cismáticos; en esa ocasión el rey mandó «que no se faga congrega¡;ion de perlados)), sino que se les escribiese y respondiesen por separado, véase J. M. DoussINAGUE, Fernando el Católico y el cisma de Pisa, Madrid, 1946, p. 521. No parece que en este ambiente se hubiera celebraclo asamblea dcl cl~o. . 12 ACat. Toledo v.4 ff129rs.

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