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f'. farsicio de Azcona petía princípalmente la tramitación de tales provisiones, para sua– vizar estos choques. La provisión de la Iglesia de Cuenca ( 1479-1482), torcidamente interpretada por 1nuchos historiadores, comenzando por el cronista Fernando de Pulgar, embarcó a los reyes en un verdadero conflicto nacional con Sixto IV ; iban quedando sin proveer no menos de seis iglesias, con peligro de aumentar indefinidamente el número de vacantes de no interponerse un acuerdo con el Papa genovés. Es• te enfrentamiento prosiguió durante cuarenta años con ligerísimas variantes, alentado siempre por el empeño de conseguir un privile– gio, que sólo su nieto Carlos V arrancaría al Papa Adriano VI, fru– ta madura trabajada con los sudores de sus abuelos*. * Para resumir escuetamente nuestro trabajo, destacaremos que en esta política inicial de Femado respecto a provisiones, rebulle palpitante la gran aspiración de toda su vida: conseguir que en to– da provisión eclesiástica, sobre todo de obispados, precediese la presentación real de los candidatos, como único remedio eficiente y viable para controlar las fuerzas ingentes de los obispados en fa– vor del reino y de la misma Iglesia. Aparece también, aunque en germen, el fundamento jurídico de esta intr.:>misión real : la costumbre,, ejercida de tiempo inmemorial por los reyes, sus antepasados. Aquí radicaba la gran dificultad de llevar victoriosamente la contienda ; la curia romana exigió siem– pre a la aragonesa y luego a la castellana la demostración histó– rica de esta costumbre inmemorial y, sobre todo, la existencia de un privilegio pontificio a la base de tal costumbre. Estas exigen– cias no pudieron satisfacerlas nunca ni en Aragón ni en Castilla ; por eso tuvieron sus legistas que lanzarse a campo traviesa para buscar otros fundamentos jurídicos, que respaldasen la presentación real. En el terreno de los hechos, la historia imparcial no podrá jus– tificar nunca el desafuero cometido por Fernando al exigir violen– tamente el arzobispado de Zaragoza para su hijo natural, niño de pocos años. ''* Todo este largo proceso queda estudiado en nuestro trabajo «La elección y reforma del episcopado español en tiempo de los Reyes Ca:tólicos». 294 V CHCA-2.