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P. Tarsicio de Azcona bre, Sixto IV había provisto en público Consistorio la Iglesia de Zaragoza en la persona de Auxias Despuig, Arzobispo de Monreal y Cardenal de Santa Sabina 29 ; alguien se había movido con bas– tante más celeridad que los correos reales. El Obispo de Tarazona acudió sin dilación a presentar al Papa las súplicas reales, <,mas como ya era dado el dicho Arzobispado, no se pudo en ello otro facern; el Papa concedió, en cambio, sin dificultad otros benefi– cios menores y además dejó a la suplicación real la provisión del Arzobispado de Monreal, una vez fuese concedida la posesión de Zaragoza. Mas estas concesiones pontificias no pudieron calmar el disgusto de Juan II y de Fernando. Con fecha 13 de enero de 1476, escribía el Rey de Aragón al Obispo de T arazona : Tres letres vostres recebem de 15, 16 e 19 d,e decembre; por aquelles enténém lo modo ques es servat en la provisio del Arzobisbat de Zaragoza e altres dignitats, de que havenn presa tanta molestia com de cosa alguna en tots los dias de nuestra vida per voler usar vassalls nostres per nos benefficats de tante pressumpción, t.e– meritat e ingratitut, que de certa sciencia de sien per ells receptat, benefis contra expresa voluntat nostra e descret del nostre net e fill del Serenísimo rey de Cas• tella ; al stat et servey nostre e daquell conferei molt la provisio per nos ds,manada e per co donam lo sentiment que mereix de tal acte al Rdo. Cardenal de Monreal e darien a vos sins constara haver usat de la ingratitut e presumpcio que ha usat lo dit Cardenal segons que daco tener carrech de parlar vos de nostra part Goncalvo Fernandez, Mt'oer Duray e lo prior de Darcca 30 • La queja más amarga de la carta era para el cardenal interesado,. por su presunción en aceptar una Iglesia, sin preceder la suplicación regia, lo que nos afirma cada vez más de que esta era ya práctica conocida de todos. Mas Sixto IV proseguía inconmovible en no consentir una tal Iglesia para un hijo bastardo y que sólo contaba seis años de edad 31 • Preocupados grandemente ambos monarcas en asuntos de sus reinos, aflojaron un tanto las tramitaciones con Roma, tanto que en julio de 1476 el obispo de Tarazona se quejaba al Secretario Coloma de recibir con mucha tardanza sus cartas, y en cuanto al arzobispado sólo podía comunicar, como para sincerarse: «Deus. 29 Bulas de nombramento en Arch. Vat., Reg. Vat. 571 fol. 208-209v. 30 ACA. Re!!. 3393 fol. 167. 31 Sobre el nacimiento de este hijo bastardo de Fernando, véase provisional-. mente Lucrus MARINEUS Sicculus, De rebus Hispaniae memorabilibus. Compluti 1500, lib. 21, fol. 126V. Véase también ANT. DE BOFARULL, Historia crítica, civil y ecle– siástica, ae Cataluña. Barcelona 1876-1878, vol. VI, p. 260. - Toda la infancia de este hijo de Fernando hay que reconstruirla a base de numerosos documentos exis-. tentes en el Arch. de la, Corona de Aragón. 286 V•CHCA-2.

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