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-i2- B) LA MISA, "ACTIO FIDELIUM" Hemos llegado al término ele una de las líneas esenciales ele la cate– quesis ele la misa, línea abigarrada en su final a causa de la complejidad de la estructura ritual de la misma; en dicha catequesis se ha esclarecido lo que la misa es en si, como "actio Christi"; mas no es esto todo. Jesucristo hizo ele manera tan maravillosa las cosas que quiso que en su acción toma– sen parte la Iglesia y los fieles cristianos; así tenemos junto a la de Cristo la "actio Ecclesiae" y la "actio fidelium". Ambas forman como un perfecto binario con idéntica trayectoria y de ambas sería necesario hablar extensa– mente; no obstante, en esta primera catequesis a los fieles será difícil pro– fundizar en la acción que realiza la Iglesia; eso sí, será necesario afirmar resueltamente que la acción de los fieles tan sólo puede entenderse recta– mente a través de la Iglesia, de la que ellos son células vivas y conscientes, aguardando para fases más avanzadas poder explicar cómo ella ofrece el sacrificio de Cristo y cómo se ofrece a si misma como víctima. Hablar ele la "actio fidelium" es hablar del papel que representan en la misa, teniendo ellos derecho y obligación de conocer este papel con toda perfección : por otra parte, hablar de la misa, como acción de los fieles, es sentar las bases para la participación, concreta y práctica, Sfü1 personal, sea comunitaria. I. LA COOBLACION Este término exacto, aunque poco usado, expresa bien toda la doctrina enseñada en la encíclica Mecliator Dei sobre el primer aspecto de la acción de los fieles en la santa misa: Ofrecen y se ofrecen: "Offerunt et ipsi sunt víctima" (MD n.. 99-127). La doctrina del magisterio en este punto es taxativa y definitiva; quie– nes defendían a capa y espada el sacerdocio propio de los fieles y forcejean quizá todavía ante la doctrina pontificia han juzgado desalentadora la tesis propuesta por el Papa; mas sin ninguna razón, ya que la misma ofrece ele– mentos más que suficientes para interesar vívamente a los fieles. Debe, por tanto, quedar grabada a fuego esta verdad : Los fieles no sacrifican ni con– sagran, pero sí ofrecen, debiendo buscarse la raíz de esta aptitud en el ca– rácter bautismal y en su incorporación al Cuerpo místico de Cristo. A esta aptitud activa de los fieles llamamos no sacerdocio, sino "poder cultural". l. OFRECEN : Las razones son múltiples y muy claras : a) Es la misma Iglesia quien lo enseña y lo practica en las oraciones rituales de la misa; por ejemplo, en la oración propia para la oblación "sed et plebs tua sancta ... offerimus", lo mismo que en la oración de recomen– dación "tibi offerunt hoc sacrificium laudis"; esto mismo se podría probar con otros muchos pasajes y con el empleo del tiempo plural en las oraciones. b) ofrecen por medio del sacerqote que representa a Jesucristo, cabeza del Cuerpo místico, el cual ofrece su sacrificio en nombre de todos los miem– bros; por tanto, los fieles están integrados radicalmente en la oblación del mismo sacerdote.

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