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-11 - especies sacramentales de la 'eucaristía; la primera no termina .en si misma, sino que es preparaci6n para la sacramental; la iluminaci6n por la Palabra debe preceder a la unión por la eucaristía; la teología debe preparar la theurgia. Por eso, se minimiza el alcance de' las lecturas bíblicas cuando sólb se busca en ellas enfoques parenéticos y moralizadores; .en lo posible, las lecturas deben servir siempre para descubrir el misterio de Jesucristo. 2. Eb ofertorio o preparación, solemne de la materia del sacrificio.-Es ésta la parte de la misa posiblemente más amplificada y en ocasiones fal– seada, Siguiendo. a te6logos segurísimos se presentará como una preparaci6n ceremonial que la ·Iglesia ha·. instituído para disponer las almas al misterio eucarístico; mediante diversas oraciones y ceremonias, se presenta, -se pre~ para, -se ofrece para hacerla cosa santa, -y se recomienda a Dios por la oraci6n la . materia· del sacrificio. Es, cierto, al mismo tiempo, que este con- .junto de actos tiene un gran valor religioso y moral que no debe ser desapro– vechado; la preparaci6n de la materia comporta una preparaci6n moral del individuo, que intencionalmente y por anticipado ofrece ya todo el sacrificio que. va a realizar. La catequesis del ofertorio tiene alguna dificultad, ya que son muchas oraciones, que van repitiendo con d1stintas palabras las mismas o muy pa– recidas ideas, ideas que a su vez se repetirán luego en el Canon. Después de lo dicho, no nos .extraña que haya liturgistas que rehuyan la clásica divi– si6n tripartita, que pone el ofertorio en el mismo nivel· de la consagraci6n y de la comuni6n,.que no gusten de presentar el ofertorio como ofrecimiento. de la misa (cuyo puesto está después de la consagraci6n) y gusten mucho menos de presentar el ofertorio como el rito propicio para ofrecerse a si mismo o para ofrecer las obras del día. 3. El canon y la consagración.-No es necesario poner de relieve !a · importancia suprema que la catequesis debe dar a la consagración, centro del misterio de Jesucristo. Ciertas oraciones del canon son puestas de ordi– nario bien de relieve, por ejemplo, los dos Mementos; ya hemos insinuado que el Prefacio suele pasar inadvertido, no obstante su importancia; repro– duce el "tibi gratias agens" de la instituci6n, y deberá ser puesto de relieve a: fin de que provoque la oración de acción de gracias, mientras que por el Sanctus surge el ·sentimiento de la presencia de Dios y de la venida de Jesucristo, · La catequesis de las oracibnes que siguen a la consagraci6n podrán ser explicadas al mismo tiempo que !;e trata de la participación de los fieles, como se dirá más adelante. No se· dejará de explicar la doxología del canon con su correspondiente Amen, con el que la asamblea da el asentimiento a toda la acción sagrada realizada. 4. ,.· La comunión.-Entre los diversos momentos rituales de la comu– ni6n acapaárán la atenci6n del catequista las invocaciones del Pater: "Pa- nem ·nostrum... " que se refiere directamente a la misma comuni6n, y "Et dimitte nobis ... " que establece la relaci6n entre mandamiento nuevo y euca- ristía, ya que ,ésta es la causa y el signo manifestativo de la fraterna uni6n entre todos los cristianos, La fracción del Pan, tan mermada actualmente de sentido, también dice referencia a la caridad fraterna, por tratarse de un Pan, que .todos deben oomer y de una mesa, a la que todos deben acostarse.

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