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RELACIONES 147 Confiamos en la pericia del lector, que sabrá asumir estos datos e in– corporarlos al cuadro general de las realciones de Alejandro VI con los monarcas de Castilla y de Aragón. Esta labor no es difícil, teniendo en cuenta las exposiciones de nuestros mejores especialistas 5 • Tras estas ob– servaciones y declaración de intenciones puede el lector apreciar el conte– nido histórico de este fondo Podocataro. l. Elección, nombre y esperanzas Alejandro VI comunicó con rapidez su elección a Fernando e Isabel, « raptissimis et subitaneis litteris manu propria », una vez que el con– clave dio paso a unos días de respiro. Lo hizo con más sosiego el 24 de agosto de 1492 a ambos monarcas y el 26, a la reina 6 • De ellos recibió sin duda a vuelta de correo los primeros parabienes. Se trataba de un acontecimiento singular, que exigía ser tratado con suma perspicacia. En meses sucesivos el Papa fue repitiendo el comunicado a príncipes y nobles de la cristiandad. Documentamos ahora la respuesta del rey de Portugal y de tres nobles castellanos. Juan II agradeció la comunicación con una carta escrita con ele– gancia en pergamino el 31 de enero de 1493. Rebosaba auspicios y sa– ludos; esperaba un buen gobierno y la mayor ventura para Hispania. Este nombre respondía sin duda al acercamiento familiar entre las dos cortes; al mismo tiempo el nuevo pontificado sería terror contra los ene– migos de las cristiandad: « Suscepto insuper Auspicatissimo Alexandri nomine, quo Vestra Sanctitas maximum fortitudinis specimen et terroris in fidei hostes expectationem cunctis prebuit » 7 • Hay que tener presente esta interpretación junto a las que corrieron para explicar el nombre. Al adoptarlo, generó una expectación de fortaleza y de terror contra los enemigos de la fe. La explicación portuguesa superaba la simple moti– vación renacentista, como vuelta al clasicismo. Rodrigo Pimentel, duque de Benavente, respondía al Papa Borja el 1 de abril de 1493 desde su villa patrimonial. Hacía tiempo que se había divulgado la noticia de la elección; pero no por eso agradecía me– nos el breve que 1e había traído el sargento Juan López de Trevere. El viejo conde-duque evocaba las razones por las que la nación de los espa– ñoles y él en particular, antiguo amigo de Borja desde el viaje como 5 L. Suárez, Política internacional de Isabel la Católica. Estudio y documentos, (Valladolid, 1965-72), cinco vols. La cita de esta obra eximia nos exime de otra bibliografía, que siempre se encontrará en ella. 6 L. Suárez, Política internacional ..., III, 299. Breve Cum divine tramitado por Hieronimus Balbanus, y Salvator noster, íbíd. III, 301, por F. de Turrecremata. 7 Venezia, Archivio di Stato, Podocataro II-475. En adelante haremos la cita– ción abreviada: P ( = Podocataro) y la sign. del documento.

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