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es poco conocida. Se titulaba Liber de regno ... y trataba de resolver si la soberanía era divisible o indivisible. Iba dedicado a Pedro González de Mendoza, obispo de Sigüenza, pero valía para todos los curiales. Sobre el cañamazo del reino de Castilla, que vivía una historia atormentada, escri– bía su doctrina: Sólo el Papa podía transferir los reinos. La doctrina de Arévalo debe ser comparada con la de Juan de Torquemada y la de otros teólogos del tiempo. Eran campeones de la teo– cracia pontificia, no obstante la secularización renacentista. Borja la bebió a cántaros en ellos desde su juventud y llegado el caso, la puso por obra, practicando la teoría sobre el Papa, señor del orbe 10 • PARTE PRIMERA: INTERVENCION PERSONAL EN LA PENINSULA (1472-1473) La legación de Borja a Cataluña 11 y a Castilla es un tema lleno de contenido y de seducción. Merecería un estudio monográfico, que aten– diese a los siguientes extremos: Contexto histórico hispánico, poderes contenidos en docenas de bulas, itinerarios, encuentros con Juan II de Aragón y con su hijo Femando, presencia en Castilla y entrevistas con Enrique IV e Isabel, acción política, económica y religiosa, visita a su sede de Valencia y retomo a Roma, sin olvidar el juicio de los coetáneos. En la imposibilidad de estudiar aquí tan denso tema, nos centraremos en sus tres acciones esenciales: 10. Vat. Lat. 4881 ff. XCVllra-CXVvb. Estos tratados son menos conocidos, pero deben ser ponde– rados como de un testigo de la historia de Castilla. 11. La curia romana designa aquí una parte por el todo, el Principado por la corona de Aragón, quizá porque allí residía entonces Juan 11. Es obvio que el legado era destinado a toda la corona. -17-