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3. Fue notoria su ambición beneficia! a fin de crear y sostener una casa cardenalicia principesca en todos los aspectos: Humanista, cultural y artístico. 4. Complicó su trayectoria con relaciones femeninas ilícitas; sin miramiento al celibato eclesiástico, engendró numerosos hijos, a los que amó con pasión desbordada. 5. Ya pontífice, desde 1492, no respondió comprometido al clamor de reforma in Capite et in membris. No dirigió la de la curia romana con el ejemplo de su vida; pero sí que favoreció la reforma de las iglesias par– ticulares que acudieron a él y a las que concedió amplias facultades para llevarla a cabo. 6. Gobernó los estados pontificios con energía y destreza, echando mano en ocasiones de los medios empleados en el Renacimiento. Educó a su hijo César Borja, de palabra y con su ejemplo. Machiavelli lo supo y lo dejó estampado para siempre. 7. En relación con España, Rodrigo de Borja fue un hombre clave en las relaciones de los reinos hispánicos con Roma durante varios pontifica– dos. Favoreció y estimó a Femando e Isabel, a quienes intituló Católicos, aunque en sus relaciones aparecieron a menudo reticencias, enfrentamien– tos e intereses, por razones de familia o de estado. 8. Fue un Papa tradicional en su concepción teocrática del Pontificado; actuó como Vicario de Cristo y Señor del Orbe; fue adoctri– nado por eminentes teorizantes hispánicos, como Sánchez de Arévalo y otros. De la teoría pasó a los hechos, condescendiendo con los príncipes en la era de los descubrimientos oceánicos; sus bulas fueron determinantes en la configuración política de las tierras recién descubiertas. 9. Su personalidad quedó plasmada en las estancias del palacio Vaticano y en la ciudad de Roma, a la que dotó de monumentos indelebles, que desafían a los siglos. -51-