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El 17 de noviembre fueron recibidos por el Papa en el Consistorio y fueron asociados al colegio cardenalicio, iniciando su participación en sus reuniones y en las percepciones pecuniarias. Recibieron el solideo rojo, distintivo de su grado, y fueron acompañados a las habitaciones que les habían sido asignadas en el Vaticano. Calixto III confirió a Borja dos cargos o nombramientos: Cardenal diácono de la iglesia de San Nicolás in Carcere Tulliano y cardenal Vicecanciller de la santa Iglesia. No parece necesario explicar el sentido de los títulos cardenalicios y la calidad de las iglesias que presidían, ocupando un puesto en el escala– fón de cardenales obispos, presbíteros y diáconos. Borja ascendió pronto a la cima: cardenal obispo de Albano y en 1476 julio 24 de la sede subur– bicaria de Porto. Más interés reviste a mi entender el cargo de Vicecanciller, figura capital en la complicada historia de la curia romana. Dicho cargo le convertía en uno de los principales dignatarios pontifi– cios: Controlaba los nombramientos realizados en el consistorio de los car– denales y custodiaba los registros, donde se escribían los documentos que salían de la curia. Aunque no exista pleno acuerdo sobre el nombre, puede retenerse que hacía las veces del Papa. Existen textos muy lúcidos: Solus Papa est cancellarius in Ecclesia Dei... unde qui eius vices in illo officio exercet, vicecancellarius dicitur... Cancellaria representat Sedem Apostolicam... Praest expeditionibus totius orbis in rebus ecclesiasticis et officialibus officii. .. En ocasiones se reconoce en los textos curiales que riva– lizaba con el Papa: Cancellarius certabat cum Papa. La cancillería era el órgano y la voz del Papa. Por eso, el vicecanciller era el primer cardenaP. 3. F. CLAEYS-BOUUAERT, Chancellier, en Dict. Droit Canon. III (París, 1942), cols. 454-464. Estudio excelente. l. DE LA PASTORA NIETO, Diccionario de derecho canónico I (Madrid, 1848), 203-5. -14-

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