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Testamentos de los novicios de la Provincia de Aragón (1598-1607) 519 Ordenaba, ante todo, que una vez realizada su profesión, los ejecutores de este su testamento, mandasen hacer visita o revisar el testamento de su tío Francisco de Palees, a fin de que cumpliese lo dispuesto en el mismo. Después de pagar sus posibles deudas y tuertos, dejabapor herencia legítima a sus parientes y a las personas que alegasen algún derecho, cinco sueldos jaqueses por bienes muebles y otros cinco por bienes sitios. Dejaba de limosna al convento de capuchinos de Tarazana todos sus libros e imágenes, encargando a su tía María de Palees que consienta esta manda, ya que entre las imágenes había alguna de ella. Dejaba de gracia especial a su padre Juan de Añón, domiciliado en Tarazana todos sus bienes muebles, excepto seis sillas, "que en los respaldos tienen un fleco desfladiz", que quiero se den a su tía María de Palees. Dejaba de gracia especial a dicha María de Palees todos los derechos que él tenía en el testamento de su tío Francisco de Palees. También le dejaba un cerrado de viña, sito en la carrera "bacas", término de Tarazana, que medía 70 peonías de tierra y confrontaba con la acequia de Magananciel, con cerrado de Juan Ortiz de Ochandiano y otro cerrado suyo en la carrera de Borja. También le dejaba otro cerrado de viña en la carrera de Borja. Dejaba todo ello sujeto a los pactos establecidos en el testamento de la difunta Catalina de Palees su tía, mujer del lic. Remando Ruiz, que se los dejó en testamento. Dichos bienes estaban muy mejorados; por lo que dispone que su tía María de Palees pueda cobrar dichas mejoras, con las que pagaría los 1000 sueldos jaqueses que él prometió a Ana Lafuente, su criada, para ayuda del matrimonio de ésta. Dejaba de gracia especial a su prima Ana Sanz de Menjarrés, viuda de Juan Francisco Sánchez, por las obras a todos son notorias, el cerrado de la carrera de Borja, incluyendo lo que su tío Francisco de Palees compró a Espiga. Dejaba a dicha Ana Sanz escoger entre dicho cerrado de viña o una pieza que él tenía en la Toca, término de dicha ciudad. Le dejaba también, una vez fallecido su padre y su tía María de Palees, el usufructo de una pieza en Rivas, término de la ciudad de Tarazana. Fallecida dicha Ana Sanz, se debía vender y dar el precio al colegio de la Compañía de Jesús y al convento de los franciscanos observantes a partes iguales. Dejó a Martín de Palees, su tío, domiciliado en Tarazana, para después de fallecidos su padre y su tía María de Palees, un albal sito en carrera mugante con albal de los herederos de Arbiol y carrera pública hacia Borja,
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