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EL 'l'IPO IDEAL DE OBISPO EN LA IGLESIA ESPAÑOLA 2'1 esté todo aparejado que será cuasi el mediodía; y ved que no comáis sola vuestro bocado, mas que lo partáis con los pobres, como lo hacía el santo Job, e primero el santo patriarca e padre de nuestra fe Abraham, y despnes el santo viejo Tobías, y en el Testamento Nuevo las santas dueñas Marta, Tabita e Drusiana. Levantada ya la mesa y hecha oración también al comienzo como al cabo, podéis entonces pasar tiempo, cuanto media hora, en alguna recreación, o de honesta e provechosa habla con algunas buenas personas, o de alguna honesta música, o de alguna buena lección; y esto sería lo mejor, aunque no para la digestión. Y podréis luego, si queremos, reposar e dormir cuanto otra media hora. Despertada del sueño a las dos, después de mediodía <levéis luego rezar vísperas e completas de Nuestra Señora e las horas de defuntis, si bastare la devoción. Todo esto en un retrete el más quito de ruido que pudiéredes ha– v,er, en el cual esté nuestro oratorio tan limpio e tan compuesto, que cada que en él estáredes, vos dé consolación e vos convide a devoción. Tardaréis un poco más de media hora, por manera que a las tres horas después de mediodía tomáis alguna labor en las manos. o de palios para altares, o de cordones y trenzas para registros a los misales, o de franjas y flocaduras para poner a los frontales e a las santas vestiduras, o de coser y remendar sábanas e cosas de lienzo para los pobres hospitales o para algunas pobre~ personas . . . Expendido un rato en esto, que sea cuanto una hora o cuanto ser dos horas cuanto más, eleven ser luego despachados los que algo querrán librar, porque 110 los tome aquí la noche, aunque mejor sería que los tales fuesen despachados cada que llegasen. Y después sería bien praticar un rato con vuestro mayordomo de lo que conviene al buen regimi-ento e provisión de vuestra familia e hacienda; y ver qué tenéis y qué <levéis, y después ver qué ha obrado cada doncella e si cumplió su tarea, andando un poco por casa, porque aprovecha mucho para la salud corporal. Dende ver vuestros hijos e haver con ellos consolación, e darles alguna doctrina buena que mamen en la leche y se críen y crescan con ella. Sea vuestra cena a las siete o a las ocho cuando más. Y antes media hora vos retraed al oratorio a rezar los maitines e laudes de Nuestra Señora. Hecha la cena, podis recrear hasta que sean las diez, y luego vos acostad rezando primero de rodillas el Credo, el Pater Noster, Ave Maria. E pro– curad de vos dormir leyendo e oyendo buena lección que vos dé espirituaI alegría. Esto haved por cierto que hace grand daño: acostar y levantar par– lando. Aún primero que durmáis, elevéis bien pensar cómo vos hovistes en este día y en qué habéis ofendido, hiriendo vuestros pechos con mucha contricción por cada ofensa, demandando perdón a Dios Nuestro Señor, con firme pro– pósito de lo enmendar 87 . 87 FERNANDO DE TALAVlíRA, De cómo se ha de ordenar el tiempo para qu.e sea bien expendido ... , en Escritores Místicos Espaiíoles, vol. I (Madrid 19n, Nue– va BAE), p. 102. 41
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