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¡ rl'.\'e11t , 11, anl , Dios con devoción. ¡En esto consiste la presencia mental 11,te Dioj; esto es la oración mental! 12 • 1.2.1 a acedia En la vicia espiritual, ya desde la antigüedad cristiana, en los prime– r ambientes monásticos, algunos autores espirituales como Evagrio Póntico han subrayado el peligro de la acedia. La acedia es una especie el e sopor espiritual, ele cansancio de estar en la celda, de sentimiento de que el tiempo de oración se alarga demasiado. Los primeros escritores ascéticos del cristianismo nos han dejado abun– dan tes apuntes sobre la vida de los solitarios que vivieron en los desiertos el Egipto, Palestina, Siria y Asia Menor. Casiano habla de los efectos per– niciosos que se pueden dar en la vida de los solitarios a partir del mal de la acedia, especialmente a partir de la hora sexta, del mediodía 13 • El abad de Saint-Wandrille, don Jean Charles Nault, en el libro que hago referencia en la última nota de pie de página de El demonio del mediodía. La acedia, el oscuro mal de nuestro tiempo, nos habla en el primer capítulo de Evagrio y los Padres del Desierto. Ahí nos indica las cinco manifestaciones de la ace– dia según la doctrina de Evagrio Póntico. Este autor describe las cinco prin– cipales ma'nifestaciones de la acedia: - Cierta inestabilidad interior. - La excesiva preocupación por la salud. - La aversión por el trabajo manual. - La negligencia en la observancia de la Regla. - El desánimo en general. Según Evagrio, los remedios contra la acedia se encontrarían en: - Las lágrimas. - La oración y el trabajo. 12. Teófanes el Recluso, Carta 66 sobre la oración interior en Tomás Spidlik, Los grandes místicos rusos en la editorial Ciudad Nueva (Madrid 2016) 269. 13. El abad de Saint-Wandrille, dom Jean Charles Nault, ha publicado un libro titulado: El demonio del mediodía. La acedia, el oscuro mal de nuestro tiempo, dentro el e la colección de Esludios y ensayos de espiritualidad ele la Biblioteca de Autores Cri stianos, BAC (Madrid 2014). Fijémonos que habla de la "acedia" no como mal de los antiguos, ele los solitarios de los desiertos del Oriente Próximo, sino como un mal el e nuestros días. NOUA ET UETERA. 87 39