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I' l · 111 s us' •urar qu ' '-"'º por ·ión de desierto que no debe ser ex- 1 1 r t 11 11 1 11110 vo ·a ·i m -risliana, es asumida ele un modo particular- / 11 • .l'lp,niji'crrti vo por la vida religiosa, y como un imperativo aun más •1111•, l 1 1111a trarli ·ión que mana de los primeros tiempos de la Iglesia ¡ r11 / ,\' 11 umj •j; esos hombres y mujeres que llamamos contemplativos 42 . 1 ha año , un carme lita que vivió en el Desierto salmantino de f ts l 1 al11.' ·as, dejó escritas estas palabras: La vida de retiro, vivida con ¡ t' Je• · ·i m , no puede ser hosca, ni triste, ni p esada, sino llena de júbilo y ll' IÍegría, y de emoción y entusiasmo, como vida que se desenvuelve en { 1 •rnílf aF,.ía ,nás noble, más sabia, dulce y confidencial, cual es la com– f I o de Dios y el estar continuamente en su divina presencia ofrecién- /os I en abnegado amor y recibiendo y participando de sus perfecciones ;¡jtnitas 43 . Los religiosos, que pasamos buena parte de nuestro tiempo, de nues– lras horas en nuestro aposento o celda, no podemos dej ar de reconocer ¡u ' quien ha purificado su corazón, no solamente conoce las razones de las cosas que vienen después de Dios, sino que fija de algún modo la mi– rada sobre Dios mismo después de haber sobrepasado todos los seres 44 . No podemos menos de concluir, siguiendo en este caso, desde una 1c rspectiva ecuménica, al monj e de la Iglesia bizantina, Calixto Cata- 1 b ugiota, que: Lo divino no es totalmente evidente ni completamente se– Teto. E,Í efecto, es claramente manifiesto y evidentísimo que la divinidad existe, pero su naturaleza es secreta 45 • Por eso, tenemos que acercarnos a Dios con respeto, escuchando su brisa suave, con respeto y diligencia. sta actividad la podemos realizar en muchos lugares, pero tenemos que reconocer que la celda de la persona consagrada es un lugar privilegiado para ello. En verdad, miles y miles de consagrados lo han hecho y lo hacen a lo largo de los siglos. Doy testimonio cierto de que esto es así. J ESÚS-LUCAS RODRÍGUEZ GARCÍA, o.f.m. cap. 42. André Louf, ver el número de la colección: "Biblioteca Cisterciense nº 16, cditorial Monte Carmelo (Burgos 2004) 188. 43. Un carmeliita descalzo,Al encuentro con Dios (Madrid 1979) 216-217. 44. M,himo el Confesor, Doscientos capítulos sobre la teología y la economía nº 80 en la Filocalia volumen II (Buenos Aires 2003) 163. 45. alixto Ca taphugiota, La unión divina y la vida contemplativa (Patrología ; ri · 'él , 147, 836-941) , ver en la Filocalia Vol.IV, nº 41 (Buenos Aires 2012)103. HOUA ET UETERll, 87 55

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