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Con la aparición del Cister, especialmente bajo la figura de san Ber– nardo de Claraval, el benedictinismo, el de los monjes blancos, el de la gran reforma de los monjes cistercienses los edificios pasarán de la cons– trucción más abigarrada de los monasterios cluniacenses a la más sobria que dejarán los cistercienses. Las iglesias y los claustros estarán menos adornados. Al principio, los monasterios cistercienses, como ya hemos dicho, tenían para el descanso de los monjes una gran sala común, sin apenas divisiones dentro de la misma. La intimidad no se daba porque no era ese el fin de esta reforma, que nació especialmente bajo las direc– trices del carismático san Bernardo de Claraval. 2.2. La Cartuja Aquí nos vamos a detener un poco, porque la espiritualidad de este nuevo movimiento monástico reflexiona más sobre la gracia del aposento monástico que viene a ser un poco la vida anacorética unida a la vida ce– nobítica. En la Edad Media, serán en su vida semi-eremítica, los cartujos y ca– maldulenses los que piensen sobre todo en el gran valor que tiene la celda para la vida espiritual. Otras órdenes posteriores de la Baja Edad Media, como la de los mendicantes, especialmente en los movimientos de la ob– servancia y la descalcez, tratarán mucho este tema, que no desarrollamos por falta de tiempo y espacio. Podemos pensar en los carmelitas, los fran– ciscanos, etc. Guigo I, el famoso prior de la Grande Chartreuse habla del mundo de la celda monástica, en al menos seis capítulos de las Consuetudines Carthusiae Maioris 17 • Guigo I (1083-1136), era hijo de familia noble; nació en el castillo de la villa de St. Romain-de-Mordanne, a 80 kilómetros de la Gran Car– tuja. Antes de ser cartujo tuvo una formación esmerada. A los 23 años, en 1106 entró en la Cartuja y sólo tres años a la muerte del prior Juan de Toscana, fue elegido su sucesor por la comunidad, permaneciendo en el cargo hasta su muerte. Durante su gobierno la Orden cartujana se conso– lidó definitivamente y comenzaron las fundaciones de nuevas Cartujas.. . ..... .Por deseo de los priores de los primeros monasterios cartujos y por solicitación de san Rugo, Guigo compuso, entre 1121 y 1127 ó 1129 las Consuetudines Cartusiae, dando así a la Orden cartujana su primera y 17. Ver capítulos 28, 29, 30, 31 , 57, 80; en la Patrología Latina (PL) 153, 693-758. nOIJll ET UETERII. 87 42