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78 ENRIQUE RIVERA plegadas banderas, gritos de triunfo y marciales mus1cas; ya se deleita– ba y embebecía con las canciones eróticas y quejumbrosas de los trova– dores de Provenza, que entonaba con voz brillante, apasionada y flexible» 6 • Desde una perspectiva epoca! es muy de advertir en estas líneas el fácil tránsito que la gran novelista hispana establece entre el ideal caba- -· lleresco de San Francisco y los cantos de amor que éste retomaba de los trovadores de las cortes de Provenza. Una crítica consciente ve co– nexión entre ambos hechos. Pero igualmente advierte lo mucho que los diferencia. Un juicio histórico de J. Ortega y Gasset pone esta diferen– cia muy en relieve. Anota, que, en efecto, se da un tránsito de un tiempo varonil, guerrero, muy propio de la primera Edad Media a otro tiempo, en la segunda Edad Media, en el que asciende sobre el horizon– te histórico el astro femenino. En las «cortes de amor» surge ese gesto vital que en lengua italiana se llama «cortezia», y que es uno de los hechos decisivos de la civilización occidental. De la «cortezia» salieron San Francisco y Dante, la corte papal de Avignon y el Renacimiento, en pos del cual se apresura toda la cultura. moderna 7 • Este juicio histórico hace evidente la enorme diferencia que se da entre el espíritu que, en la primera Edad Media, anima al caballero que milita en las huestes de Carlo Magno, en defensa de la Cristiandad, y el que incita al trovador a que cante a la dama que inflama con su hechizo al ·caballero triunfador de justas y torneos, ya en la segunda Edad Media. Esta diferencia es menester tenerla muy presente si se ha de calar con alguna hondura en la primera vivencia de San Francisco. Nos ayudará a ello señalar las notas peculiares que dan el tono respecti– vo a la imagen del caballero, del trovador y el juglar. Por lo que toca al caballero en sumo grado, al de la primera hora, la de Roldán y Oliveros, tres notas lo enmarcan y definen. Las vemos encarnadas en el heroismo de Roldán, muerto en combate, ceñido con sus armas. Estas son las tres notas a que estamos haciendo alusión: servicio heróico en defensa de la Cristiandad; fidelidad disciplina a su Señor; compañerismo con sus colegas. Estas tres notas lucen en el gesto del Roldán de Roncesvalles. Con tal entusiasmo defiende la causa de la Cristiandad que se opone a cualquier pacto con el enemigo, como propone traidoramente Gaunilón. Por fidelidad disciplinada hace sonar demasiado tarde su cuerno de guerra, lo que motiva que Cario Magno, al correr en su auxilio, sólo llegue a tiempo para ver su cuerpo desan- 6. EMILIA PARDO BAZAN, San Francisco de Asís, siglo XIII, con un prólogo de M. MENENDEZ PELAY0, 4 ed., París, 1890, p.7. 7. J. ÜTERGA Y ÜASSET, Estudios sobre el amor. Epi7ogo al libro «De Francesca a Beatrice» (autora Victoria Ocampo). Revista de Occidente, El Arquero, Madrid 1966, p. 16.