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SAN BUENAVENTURA-ALTERNATIVA TEOLÓGICA 285 cuenta que Dios quiere revelarse, simbolismo y encarnación se aproximan, significando que todo lo humano puede ser asumido como mediación para elevarse a Dios, no sólo por iluminación intelectual, pues el símbolo posee también una dimensión afectiva y rectificadora del amor (104). Z. procura advertir que las tres teologías antes citadas se completan re– cíprocamente: La teología simbólica se eleva a Dios desde las representacio– nes sensibles, desembocando en el silencio de la nústica. Otro tanto sucede con la teología discursiva, a partir de la mediación del concepto. Para llegar a es te nivel las dos son atravesadas por un mismo dinamismo que presenta dos momentos de signo inverso. Teología simbólica y discursiva tienen que ufrir una proceso de penetración y purificación, o movimiento anagógico, en que a la afirmación de Dios sigue la negación de lo humano en dicha afirma– ción (superafirmación) para llegar al Uno, en una dialéctica de despqjamiento y ple- 1itud, donde se superan todos los accidentes espacio-temporales y donde el ímbolo y la inteligencia se realizan plenamente 16 (107). Son muchas las citas valorativas del simbolismo dionisiano. "El mérito incontestable de la teología ·eopagítica consiste en la indefectible coherencia con la cual los dos temas complementarios de lo catafático y de lo apofático proceden hacia una con– vergencia igualmente inefable que deja a la fe, sin por eso deprimir la razón, terreno fecundo y su infinito espacio creativo" 17 . Dionisio "ha reunido la inaccesibilidad total con una total perceptibilidad" 18 (110). Si Dios es abso– lutamente trascendente, no puede revelarse al hombre sino a través de lo que él no es: las cosas sensibles... Por eso los misterios sagrados se revisten de ' · bolos, porque si bien hay que desnudarlos, transcenderlos, sin su mate– . 'dad sería imposible la presencia de Dios y, por tanto, el paso a la unión con él. Sin símbolos Dios permanecería en silencio... (113). La analogía, se– Dionisio, significa a la vez la relación de las criaturas con Dios (amor y eseo de deificación) y la relación de Dios con los seres creados (ideas divi– y teofanías) (114). El concepto de bien como difusivo de sí permite a Dionisio articular la idea de que Dios se comunica sin mutaciones, permane– ciendo idéntico a sí mismo. En cambio, el concepto de belleza es su contra- 16 Zas se remite a R. Roques, Notes sur la notion de Theologja chez le Pseudo-De,rys Areo– ie, en Revue d'ascetique et de ,,rystique 25 (1949) 201-209. 17 P. Scozzo, La teologja antinomica dello Pseudo-Dionigi II, en Aevum 50 (1976) 234. 18 R. Roques, L'Univers Dio,rysien, París 1983, 209.

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