BCCCAP00000000000000000000965

MIGUEL ANXO PENA GONZÁLEZ 120 en una zona rica en minerales, nos parecería muy raro que unos hombres de espíritu práctico, como lo demostraron serlo los capuchinos catalanes, no trataran de obtener beneficio de la riqueza que, en muchos lugares, estaba a flor de la tierra. El uso de arcillas es bastante evidente, pues los frailes fabricaban tejas y ladrillos... no podían los capu- chinos ignorar la presencia del oro en tierras de su jurisdicción. Pero son ellos mismos que lo confirman, pues en 1734, ya hablan de que han encontrado 26 minas de oro y dos de plata... Pero los capuchinos hacen voto de pobreza y no les corresponde hacer de mineros y menos de oro y de plata 102 . Por otra parte, como referirá el mismo Humboldt, en relación a las misiones de los capuchinos catalanes, “se ha exagerado en su opulencia, como se ha exagerado en la de los jesuitas del Paraguay” 103 . Casi podíamos afirmar que esto es verdad, aunque solo a medias 104 . Creemos, por otra parte, que la sostenibilidad hay que considerarla también en línea con los intereses de la corona española en relación a las fronteras y tierras en litigio con otros intereses y, en este sentido, no hay duda que la actividad de los misio- neros, así como la fundación de pueblos a lo largo de la misma, fueron un elemento indispensable en la política fronteriza, pero sostenible en el tiempo, ya que contaban con los recursos necesarios para su subsistencia y desarrollo 105 . En los últimos años, las investigaciones de Mario Sanoja e Iraida Vargas, en re- lación a las misiones de los capuchinos catalanes, nos han ofrecido la confirmación del hecho. Ellos consideran que dichas misiones se articularon en unidades de pro- ducción concretas y con un carácter específico, donde se desarrollará, además de lo ya afirmado antes: la cría de ganado bovino y de cerdos, de aves de corral, cultivo 102 Marc-Aureli Vila, Els caputxis catalans a Veneçuela , Barcelona 1969, 214-216. 103 A. von Humboldt, Viaje a las regiones del Nuevo Continente , t. IV, 531. 104 De todos modos, es necesario referir la hipótesis de Gianfranca Rainone, quien sostiene que los misioneros tenían minas de oro de aluvión, basándose en “algunos indicios: el primero incontrovertible, los restos de hornos y crisoles destinados a amalgamar el oro de aluvión del Ca- roní, por estar ubicados dentro del área jurisdiccional de la misión de la Purísima Concepción; el segundo, por la posibilidad de que las arenas auríferas fueran extraídas en las cercanías del atraca- dero de la misión del Caroní, San Joaquín”. Gianfranca Rainone, El oro del Caroní y los grafismos de la Purísima Concepción , El libro del oro de Venezuela , ed. por A. Rodríguez − C. Bárbara, México 2010, 326. 105 Acerca de esta cuestión, cf. Herbert E. Bolton, Wilder Horizons of American History , Notre Dame 1967, 107-148; Idem, Historian of the American Borderlands , edited by Albert E. Hurtado, Berkeley−Los Angeles−London 2012, 224-239. Es un trabajo clásico y que marca un camino esencial.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz