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MIGUEL ANXO PENA GONZÁLEZ 102 educativas. Esta realidad, en la misión de los capuchinos catalanes, como luego vere- mos, tiene una expresión particular en relación a la creación de servicios primarios, pero cuenta también con otros elementos de gran singularidad como es la atención prestada a la descripción de la geografía y la naturaleza. Un ejemplo de ellos es fray Hermenegildo de Vich, que en su Primera parte de la historia de las misiones funda- das en la isla de la Trinidad de Barlovento y en la provincia de la Guayana por los reli- giosos capuchinos de la provincia de Cataluña, a las que se dio principio el año de 1687 , escrita en 1795, hace unas descripciones que serán luego un referente para estudios y exploraciones posteriores 44 . El año 1755, el coronel Eugenio de Alvarado, por medio de un amplio informe, nos da noticia de los avances de la misión, después de haberla visitado. Valora, de manera particular, el desarrollo económico forjado por los capuchinos catalanes, la labor evangelizadora, al tiempo que señala las grandes y variadas dificultades a las que tuvieron y tienen que seguir haciendo frente. Llega a considerar, como ya hemos señalado, que los misioneros obtuvieron mejores resultados en la civilización que en la evangelización, particularmente por medio de los hatos, haciendas y la industria artesanal. Por su parte, el gobernador José Diguja y Villagómez, en su informe de 21 de febrero de 1761, describe ya una misión perfectamente organizada: todas las misiones de dichos RR. PP. se hallan situadas en tierras fértiles y las que se mantienen abundantes de todo lo necesario para pasar los indios con descanso todo lo que se logra, por la suma eficacia y acertada conducta de los religiosos. Que las casas en que viven los indios, son suficientes y de bastante comodidad, y todas de bajareque cubiertas de palma. Que las iglesias son del mismo material, bastantemente capaces, con mucho aseo y adorno. Que todos los indios de dichas misiones, a más de con lo que les asisten diariamente los religiosos, tienen todos sus particulares labranzas de los frutos del país. Que dichas misiones se mantienen con mucho aseo y buen régimen 45 . Se entiende así que habían alcanzado una forma de vida que podríamos des- cribir como sobria pero digna, desarrollando un modelo sostenible en medio de su entorno. 44 Cf. Relación de la Misión Apostólica que la santa Provincia de Capuchinos de Cathaluña tiene en la isla de Trinidad de Barlovento, Guayana y el Dorado . BUB, Ms. 141, f. 68. Tomado de: V. Serra, Tres segles de vida missionera , 121. 45 Estado en que se demuestra la existencia en que halló el señor coronel D. José Diguja Villagó- mez, gobernador y capitán general de estas provincias, al tiempo que hizo la visita general de toda la gobernación, las misiones que están al cargo de los RR. PP. Capuchinos catalanes, la que se ejecutó este presente año de 1761 . AGI, Caracas , 202. Tomado de: Buenaventura de Carrocera, Misión de los Capuchinos en Guayana , t. II, 30, doc. 138.

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