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UN MODELO DE ECONOMÍA SOSTENIBLE 95 ocasión pasará a constituirse en una gobernación propia. Dichos movimientos, por otra parte, llevaban también implícitos unos cambios en relación a la institución su- perior de la que dependían los religiosos y a la que los superiores de la misión debían responder. Así, en un primer momento lo hacían de la Audiencia de Santa Fe, que al ser agregada a Cumaná pasaba a depender de la de Santo Domingo, regresando nuevamente a estar subordinados a la de Santa Fe (1771). Posteriormente, al crearse la Capitanía general de Venezuela, en 1777, quedará unida a esta y, años más tarde, también a su propia Audiencia. La misma evolución política trajo consigo momen- tos de relación más fácil o compleja, en razón de dichos cambios. De igual manera que habían solicitado los misioneros de los Llanos, los de la Guayana, después de varias experiencias dramáticas, tomaron conciencia de la nece- sidad de mantener una escolta en las localidades —ya fuera de soldados o de pobla- dores— lo que luego considerarán también necesario en relación a las entradas con vistas a la reducción de los naturales. El tema será recurrente, pues en 1702 habían ya solicitado contar con ayuda armada para asegurar las poblaciones existentes y, al mismo tiempo, expandirse por medio de nuevas fundaciones 23 . Como la aprobación recibida no terminaba de ser puesta en práctica, en 1734, los misioneros decidieron costear por su cuenta una escolta de seis soldados, que después de dos años lograron que fuera asumida oficialmente. En lo que se refiere a las entradas afirmaban que cuando éstas las habían realizado acompañados por escolta, los resultados habían sido más eficaces 24 . No hay duda de que la experiencia les había llevado a considerar la reducción como una solución oportuna, ante el peligro de los ataques de los cari- bes hacia las otras naciones que, además, vendían luego a los piratas holandeses 25 . Así lo pone de manifiesto Giuseppe Zanotto: 23 Cf. Manuel A. Donis Ríos, Guayana. Historia de su territorialidad , Caracas 2002, 86. 24 La entrada pacífica o armada será un tema al que dedicarán serias y encontradas reflexio- nes los diversos territorios encomendados a los capuchinos, produciéndose respuestas claramente diversas. 25 A este respecto, José Gumilla nos ofrece también su visión: “Los indios de la nación Gua- yana son de genio duro y belicoso; a los principios resistieron fuertemente a los españoles, y tu- vieron choques muy porfiados y sangrientos con ellos: dieron en fin la paz, y se redujeron (como ya apunté) a cinco colonias; pero o sea por su genio naturalmente indómito, o sea (y es a lo que más me inclino) por la amistad y trato con la pésima nación Cariba, que reside no lejos de ellos, es cierto que no corresponden al sudor y fatigas con que los asisten los MM. Reverendos padres capuchinos catalanes; antes bien les dan con frecuencia sustos considerables; y todavía, de cuando en cuando se alborotan de modo, que a no socorrerlos (como lo hacen cuando es menester) los sol- dados y vecinos de la Guayana, se vieran en gravísimos riesgos sus vidas”. José Gumilla, El Orinoco ilustrado y defendido. Historia natural, civil y geográfica de las naciones situadas en las riveras del río Orinoco [1731] , Barcelona 2015, 109-110.

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