BCCCAP00000000000000000000964

1>ios, usa de la inteligencia para sublimarse y cumplir en la vida con un destino eterno. El santo no es otra cosa que el hombre que sabe cum– PI i1· su deber día a día en el puesto donde Dios lo ha colo– rndo. La humilde madre de familia no alcanzará la santi– dad rezando continuamente en la iglesia ante el santo de s11 devoción, mientras sus hijos están abandonados y llo– rn11do en el patio de la casa. El oficinista no se santifica 111{ts que sobre el teclado de su máquina o sobre su libro de <'011tabilidad, lo mismo que el profesor en su cátedra y el ali-al>alero en su alcabala. El labrador hallará la santidad .i 1111to a sus bestias y a sus matas, de la misma manera que c•I sacenlote en el altar y junto a la cabecera de los en– fe' l'lllOS. Para la santidad se requiere una base humana de fina ••spiritualidad, de sentimiento noble y natural, de cualida– cl1•s <JllP Dios nunca niega al que se las pide con verdadera 1'1, .v <'.Oll ansias de la santidad, que no es otra cosa que la 1111 ic'>11 eon Dios. Estas cualidades brillaron en el alma de .JOSt◄; GREGORIO, como lo hemos visto en capítulos an– l1•riOl'1•s. Era un alma preparada para la acción de la gracia pc11· 11 na intensa vida interior y por las cualidades natura– l1•s clP que el cielo le había dotado. Su mismo espíritu sélec- 111 c•11 las ideas, en los sentimientos y en los afectos, era una prc•pa1·aci1ín para la acción de Dios en su alma. Era el te– rr1•110 ((lle estaba libre de abrojos y de piedras para que el 1 >ivi1111 S<•mbrador pudiera pasar sobre el barbecho derra- 111a11cl11 a voleo la semilla. ~.-1,;1 primer instante de su vida consciente pudo ser 1·1111111 aq11d pl'imer instante del año 1889 cuando andaba por s11 ti<'na trujillana buscando una plaza donde ejercer 1•! r1•1·i1•1lt1• doctorado. En Mérida había sido invitado a 111111 l'i1•sta de gala, con baile, que organizaba el Presidente d1•I t•:stado. "Cuando sonó el primer segundo del año -es- 1·1·ibP a Dominici- yo estaba solo en un mecedor, <'11 11110 dP los salones, y como de costumbre, mi pen- -88- l '

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz