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I<:ste consejo fué eficaz. El padre de JOSE GREGO-– IU O atendió a las observaciones del Maestro Sánchez y a los deseos del niño, que quería estudiar en Caracas. Hubo– algunas vacilaciones entre las carreras de Leyes y la de Medicina. Pero al fin prevaleció ésta, no precisamente la que JOSE GREGORIO hubiera acariciado como un sueño desde sus primeros años, sino la que su padre eligió para él. Sus triunfos profesionales habían de ser un premio a la obediencia. 3.-En febrero de 1878, cuando había ya cumplido los. trece años, fué confiado a dos amigos de la familia, los diputados al Congreso, Generales Jesús Romero y Fran– cisco Vázquez, y con ellos hizo el viaje. Cuentan las gentes de Isnotú, que en la despedida no, hubo lágrimas. Solamente un cariño muy grande y esa valentía que ya se notaba en el hombrecito, que se lanzaba a la vida a conquistar un puesto y a descubrir su pequeño· mundo. Las últimas recomendaciones del padre; los últi– mos consejos, el último abrazo, y se fué por el largo cami– no pequeño de Isnotú. Desde el último recodo ·del camino, el último adiós impaciente y emocionado. A las gentes, sencillas de Isnotú, que lo querían, les parecía que habían perdido algo de la familia. 4.-Bajo el cuidado de los dos buenos amigos, y con su recomendación, ingresó en el colegio entonces más acre– ditado de Caracas, en el Colegio "Villegas" en calidad de interno. Llegaba puro y sonriente a la vida nueva, y no olvida– ba nunca que su primera obligación era ser buen cristiano, y la segunda ser buen estudiante. Era la alborada de la vida, toda blanca y cubierta de flores. Primavera prome-– tedora en sus trece años limpios y llenos. No hizo falta mucho tiempo para que el inteligente Director, Doctor Guillermo Tell Villegas, cristiano viejo, figura relevante en el campo social y político, se diese cuen-– ta de la joya que se le había confiado, y de sus egregias. -32-