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111H•va i11t,(•11to11a de revoludón en el desgraciado suceso del < :orwrnl Pulgar, que intentó adueñarse de Maracaibo por ma1·, desde Curazao, en una goleta inglesa. Pero los com– pt"Ometidos de tierra no respondieron, y los revoluciona– rios tuvieron que huir por la Goajira e internarse en Colombia. 6.-Este fué el año 1864. Dos días antes del Convenio de paz de Puerto Cabello, nacía el niño JOSE GREGORIO, y sobre su cuna, podrían los ángeles haber cantado villancicos de paz para Venezuela. El 30 de enero de 1865 fué bautizado en Escuque por el Pbro. Victoriano Briceño, haciendo de padrinos en la cere– monia D. Tomás Lobo y Dña. Perpetua Henríquez. En di– •ciembre de 1867, cuando tenía JOSE GREGORIO tres años, durante la Visita Pastoral, fué confirmado por el Excmo. y Rvdmo. Juan Hilario Boset, Arzobispo de Mérida. (b) . La infancia de este niño privilegiado, nada tuvo en su exterior de sobrenatural. Solamente una simpatía y un genio despierto que hacía que todos lo quisieran en el pue- . blo. Todos ponían esperanzas consoladoras en aquel niño de ojos candorosos y sentimientos de ángel. 7.-Su primera escuela fué el regazo de su madre. Allí aprendió el Catecismo y la Historia Sagrada. En las vela– das, escuchaba absorto de los labios de su madre las narra– ciones bíblicas y las historias emocionantes del Pueblo de Dios, las palabras de Jesús, que luego él repetía, infantil– mente exaltado, porque decía que él quería ser santo. Apren– dió también, con la Urbanidad, los rudimentos de la Gra– mática y los números, lo mismo que a leer y a escribir. Para ejercitarlo en la escritura, su madre le hacía escribir ora– ciones fáciles y breves para oír la Santa Misa, en un cua– dernito que él conservó mucho tiempo, como recuerdo de su madre, y de su infancia feliz junto a ella. A los ocho años de JOSE GREGORIO, cuando ya eran seis los hijos del feliz matrimonio, la casa se llenó de lágri- (b) Dr. Ernesto Hernández Briceño. - HOMENAJES al Dr. José Gregorio Rernández Cisneros. - Caracas, 1945. Pgs. 19-20. -28-