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las extraordinarias facultades técnicas de Rafael Rangel. Hablando un día de Histología del sis– tema nervioso, díjome: "pídele a Rangel que te muestre sus preparaciones de cerebro y médula". Eran, en efecto, bellísimas; no las superaban las que el propio Ramón y Cajal nos mostró a Gue– vara Rojas y a mí, en el Laboratorio de Malassez, en el Colegio de Francia" . De las manos del doctor HERNANDEZ salió Rangel :a fundar en febrero de 1902 el Laboratorio del Hospital Vargas. Y fué el mismo doctor HERNANDEZ, su Maes– tro, quien lo reemplazó en dicho Instituto, a raíz del falle– cimiento de Rangel. Con toda justicia pudo decir el doctor Rísquez: "Sería inútil decir que en estas materias de Bacteriología y Parasitología apenas si me tocará el humilde papel de tosco repetidor de las ense– ñanzas de Hernández, grabadas de antiguo en el cerebro de los que tuvimos la suerte de llamarnos sus discípulos ... Y mañana, cuando lejos de estas aulas, oigáis el nombre de la patria señalada justificadamente entre las demás naciones que han vibrado en el concierto de la ciencia mundial, recordad que esos ecos, son una de las mejores oraciones que pueden llegar hasta los manes de José Gregorio Hernán– dez y de Rafael Rangel. Dos nombres que por capricho del destino me toca enlazar hoy con arco de inmortalidad; y que la historia contemporánea señalará como las dos columnas que han de sos– tener el edificio de la Bacteriología y la Parasito– logía nacionales" (j). 7. - A esta benemérita influencia del doctor HER– NANDEZ en la cátedra hay que unir su influencia en el (i) Doctor Jesús R. Rísquez, "Lección inaugural del curso de Parasitología de 1919". -243-